La
jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Avellaneda, Silvia Molina, se refirió a las
manifestaciones que el dengue puede presentar a nivel de la piel y llevó
tranquilidad a la comunidad respecto al carácter temporal de las mismas.
El dengue es una enfermedad única que tiene diferentes manifestaciones clínicas, cuya evolución y resultados, muchas veces, es impredecible. Es una afección febril aguda, en la cual pueden observarse dos o más manifestaciones como náuseas, vómitos, dolor muscular y/o articular, dolor retro ocular, leucopenia o nivel bajo de glóbulos blancos en sangre, exantemas o erupción generalizada, petequias o puntos de color púrpura o marrón que se generan debido al sangrado debajo de la piel.
La jefa
del Servicio de Dermatología del Hospital Avellaneda, Silvia Molina, se refirió a las manifestaciones que el dengue puede presentar a nivel de la piel
y llevó tranquilidad a la comunidad respecto al carácter temporal de las mismas.
Respecto de las manifestaciones dermatológicas,
la profesional destacó que las más frecuentes aparecen dentro de la fase
febril, a través de erupciones cutáneas, eritema y lesiones localizadas:
“En un 50% de los pacientes se manifiestan, no aparecen en todos. Esas lesiones
van desde un eritema leve a un rash, diferente al de otras enfermedades como el
sarampión o la rubéola. En el dengue
también vamos a encontrar la presencia de un elemento característico que son
las islas de piel normal entremezcladas con eritema, conocidas como islas
blancas en un mar rojo”.
Dichas
lesiones, continuó la especialista, pueden estar en palmas y plantas: “Cuando el paciente tiene
eritema, sobre todo en la fase de fiebre, debemos buscar el que compromete el rostro, el tronco, las extremidades, y
esto, indudablemente, va a retrogradar a medida que lo haga la fiebre, para
evolucionar hacia una ligera descamación.
Así también pueden presentarse lesiones orales en la mucosa gingival, costras
en los labios y vesículas en el paladar, lo que provoca muchas veces un
sangrado, y a veces falta de gusto”.
Por otra
parte, las lesiones hemorrágicas a nivel de la piel van a ser elementos que no
aparecen en todos los pacientes, sino solamente en una tercera parte de ellos. Aparecen como petequias, pequeños puntos
rojos, o bien como equimosis, manchas negruzcas o amarillentas que resultan de
la sufusión de la sangre, y se presentan en el estado final de la enfermedad.
Todas
estas manifestaciones, como el prurito que tiene el paciente, se observan sobre
todo al final del periodo agudo. Hay que
considerar que ese exantema es auto-limitado, se va todo, no queda ninguna
secuela ni pigmentación residual, el paciente no tiene que asustarse, salvo que
incurra en automedicación con drogas que no debería, como corticoides o
medicamentos que no son indicadas por su médico y que pueden provocar quemaduras
en la piel. Lo más importante
es que, frente a cualquiera de estas manifestaciones dermatológicas, consulte
con el médico y no se automedique”, advirtió.
En el
hospital Avellaneda se han instalado los
consultorios de dengue por la mañana y también se han habilitado en turno tarde
de 14 a 16 horas. Las residencias también han abierto consultorios de
dengue para colaborar con esta situación y desde los servicios de
especialidades se mantienen atentos a todas las consultas que puedan realizar
los pacientes.
“Hay muchas consultas por este tipo
de sintomatología dermatológica por dengue, sobre todo por prurito. Es
importante considerar que no hay una
evidencia científica de uso de una medicación en particular y sobre todo
concientizar sobre la relevancia de humectar la piel con cremas --que no tengan
corticoides-- para dar una sensación de mejoría y de alivio al paciente,
como así también los baños”, concluyó la referente.
Fuente: Comunicación Pública - Tucumán