Santiago del Estero, Tierra del Fuego,
Catamarca, Buenos Aires, La Rioja y Tucumán son algunos de los distritos donde
se aceleraron las cesantías. Topper Tucumán produjo otras 32 cesantías más que se suman a las 85 producidas en febrero pasado, con un total de 117 despidos
La
combinación de bajas ventas con subas considerables de los costos operativos,
sumado a la eventual apertura indiscriminada de las importaciones, coloca
en situación de nocaut al sector textil y del calzado y la crisis
atraviesa a casi todas las empresas del rubro.
Tras los recientes despidos en Topper, que
afectaron a 85 empleados de la planta
que la compañía posee en Aguilares, Tucumán, en este inicio de marzo también se
implementaron recortes en compañías
radicadas en Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Catamarca, provincia de
Buenos Aires y La Rioja, por mencionar algunos distritos.
Desde
entidades de ese segmento dan por descontado que las cesantías serán la
tendencia dominante durante esta primera mitad del año. Y se critica la falta
de medidas paliativas que bajen desde el Gobierno nacional y las
administraciones provinciales.
El recorte de puestos de trabajo más reciente
corresponde a la brasileña Coteminas,
que despidió a 41 empleados a principios de marzo para totalizar 105 desvinculaciones desde que inició
la gestión presidencial de Javier Milei.
Las cesantías aplicadas por la firma, que
produce sábanas y toallas para el mercado interno y la exportación en sus
instalaciones en La Banda, Santiago del
Estero, fueron confirmadas por referentes de la Asociación Obrera Textil
(AOT).
Precisamente desde esa organización uno de
sus delegados, Mario Díaz, explicó que la novedad de los despidos «se les
informó a los empleados en el cambio de turno de las 6 de la mañana del primer
día de marzo».
Según se indicó desde esa provincia, la
empresa habría fundamentado su decisión en la caída de la actividad, la
apertura de las importaciones y los crecientes costos internos para
desarrollar su actividad.
Por el lado de la AOT, Díaz afirmó que «la
decisión por parte de la empresa está tomada», y que se está discutiendo «la
forma de pago de las indemnizaciones» de los ahora desempleados. «Nos han dicho que en esta vez no les da
para pagar como la vez anterior sino en cuotas. Y eso es lo que se está
discutiendo en la Secretaría de Trabajo», dijo el delegado.
La caída en las ventas impacta de forma
negativa en el empleo textil.
Suspensiones y despidos multiplicados
En San Luis
y La Pampa, mientras tanto, el Sindicato de Empleados Textiles de la
Industria y Afines (SETIA) afirmó que las ventas cayeron hasta un 40% en los
últimos meses. Y advirtió que si no hay un cambio radical en el escenario de
consumo ocurrirán despidos y cierres de fábricas en esa zona del país.
«Ahora
hay suspensiones, quitas de turnos, quitas de horas extras, quitas de algún
premio de producción. El empresario resguarda sus intereses y corta por lo más
débil, que en este caso es el trabajador», comentó al respecto Julio Ojeda, secretario general de
SETIA en esos distritos.
«En la administración anterior se
planteaban los problemas y el Gobierno salía con ayudas para el empresario o
para el trabajador. Esto se ha cortado y ahora no lo tenemos«, agregó.
La
Rioja
es otra de las provincias con afectación de la producción textil. En ese
sentido, la Federación Obrera de la
Industria del Vestido y Afines (FONIVA) informó que desde que arrancó el
año ya hubo 46 despidos en el parque industrial. «Las empresas aducen que hubo
una caída de las ventas de entre un 40 y un 50%, que se rompió la cadena de
pago, no venden y están ‘sobreestockeadas’», expresaron voceros de la entidad.
Algo
similar ocurre en áreas productivas de la provincia de Buenos Aires como Las Flores. Allí, señalan fuentes locales, varios
talleres han paralizado su producción incluyendo grandes cooperativas como
Socran –la ex Meraki–.
«La reconocida empresa Coopershoes ha
sido noticia recientemente debido al despido de 20 personas, y se espera que
esta semana se produzcan más despidos. El impacto de las medidas económicas
implementadas por el gobierno, en línea con las políticas libertarias, está
golpeando duro a la industria textil local. La apertura de importaciones y la
falta de consumo han creado un combo explosivo que perjudica gravemente a los
trabajadores y a la economía en general», se indicó.
Topper despidió a 85 personas de su planta en
Tucumán.
Los
recortes en Topper
Hace escasos días, Topper cesanteó a 85 empleados de su planta en Aguilares, en la provincia de Tucumán, que se sumaron a los despidos previos de 32 cesantía hace unos 2 semanas.
Los despidos
fueron expuestos por la delegación tucumana de la Unión de Trabajadores de la
Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA) y, según fuentes
locales, reconocidos por la misma firma. Una caída del 40% en la demanda de
calzado e indumentaria explicaría las cesantías.
«El panorama es complejo. En un momento
determinado había una demanda importante y se necesitaba mano de obra. Se tomó
gente por un contrato eventual. Lamentablemente hoy están cayendo los
contratos por la caída de las ventas. Son contratos que tienen menos de un
año», dijo al respecto Jorge Fugaracho, dirigente de UTICRA.
Por último, en Tierra del Fuego la empresa Australtex
viene de aplicar despidos y suspensiones, también, por efecto de crisis
económica y la menor demanda. Esta semana también se conoció que los
trabajadores de Textil Río Grande
sólo cobrarán el 75% de sus respectivos salarios. Ambos casos dan cuenta de una
situación dramática que, prácticamente sin respiro, se multiplica en diversos
ámbitos productivos de la Argentina.
Fuente: InfoTextil