Durante una audiencia en un juicio en su contra por crímenes de lesa humanidad, el represor justificó el plan
sistemático de robos de niños en la última dictadura cívico militar.
Alberto Daniel
Rey Pardellas se desempeñó en el Batallón de
Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. En ese lugar, que funcionó como xwntro
clandestino de detención, tenía a su cargo la represión de la llamada área 511. Está acusado por 90
casos de secuestros y tormentos, un homicidio y tres casos de
lesiones gravísimas, en el marco de una asociación
ilícita.
El
militar retirado sigue las audiencias del juicio
que comenzó en 2022 desde su casa por videollamada. Así lo
hizo durante casi dos audiencias completas en las que pidió ampliar su indagatoria antes
de que comiencen los alegatos de la fiscalía.
Según una investigación
de la periodista Luciana
Bertoia, Rey Pardellas, que se encuentra bajo prisión
domiciliaria, redefinió el delito de
apropiación de hijos de desaparecidos como un acto "humanitario" de
los apropiadores.
Sobre
esos casos de "sangre maldita", Rey Pardellas mencionó a los nietos
recuperados y ex funcionarios Juan Cabandié, sobre quien recordó una discusión
callejera con una policía por un episodio de tránsito, y Eduardo
"Wado" De Pedro, hoy diputado nacional, a quien acusó de
"mentiroso".
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca Sebastián Foglia, Marcos Aguerrido y Ernesto Sebastián lo interrumpieron y lo llamaron al orden cuando el discurso del acusado por delitos de lesa humanidad escalaba.
Las atroces declaraciones del represor
"Es un estribillo
común de la prédica izquierdista de posguerra decir que aquí no hubo guerra
sino genocidio, y que la apropiación de hijos de terroristas fue una práctica
aberrante", describió el represor ante el tribunal oral que lo juzga junto
a otros imputados.
"Es preciso
contestar con toda claridad que cada uno de los llamados 'nietos recuperados'
demuestra dos cosas. Primero: el sentido humanitario de quienes provocaron
(sic) como propios a los hijos de terroristas –que, dicho de paso, eran pavorosos padres–,
suponiendo además que de
esa forma se evitaría que crecieran odiando como odiaban sus padres",
sostuvo el militar casi octogenario.
Cuando habló de nietos
recuperados, el imputado hizo el típico gesto con sus manos, arqueando los
dedos índice y medio, de las comillas, para relativizar el concepto y disparó:
"Se ha comprobado, -no todos-, que muchos de estos, al igual que sus padres, tienen la
sangre maldita".
Fuente: https://www.radiodos.com.ar/