Por Carlos
Aira*
¿Qué culpa tendrá el
mate, ¿No?
Ninguna bebida es más
popular y democrática que el mate. La única que se comparte. Por eso es
la bebida del pueblo. La bombilla pasa de boca en boca y la yerba
mojada de agua humeante invita a compartir el momento. En tiempos de soledad y
reflexión, el mate suele ser un fiel acompañante. Aunque parezca extraño, en
los últimos tiempos, el mate se transformó en un símbolo de precariedad.
Hace un tiempo, una conocida empresa del sector sacó una publicidad con el
slogan “Tomo mate cocido, ¿Y qué?”. Como si el consumidor del popular mate
cocido tendría que dar explicaciones de su decisión.
El
mate… ¿Alguien hubiera imaginado que la infusión se hubiera convertido en una
herramienta tan disruptiva?
“¿Riquelme?
No, no me gusta. Eso de estar tomando mate todo el día no es una buena
imagen“, señaló en una entrevista el músico Raúl Lavié. El veterano
intérprete grabó hace unos años La Marcha del Club Atlético Boca Juniors.
También cantó Balada para un loco a pedido del presidente Javier Milei en la
gala de honor realizada en el Teatro Colón el 10 de diciembre pasado.
Nadie hubiera imaginado que el mate, en manos de Juan Román Riquelme, se hubiera convertido en una herramienta tan disruptiva. Lo suyo era la 10 en la espalda. La magia del prestidigitador. Los ojos en la nuca. El conductor que llevó a Boca Juniors a las cotas más altas de gloria. El tiempos nos devolvió otra imagen de Román. El futbolista maravilloso le dio paso al hombre llano. Al héroe inesperado.
Cuando en la mañana del martes 28 de noviembre se
conoció que la jueza nacional Alejandra Débora Abrevaya, a cargo del
Juzgado Civil 11, ordenó suspender los comicios que debían realizarse
el domingo 3 de diciembre en la Bombonera, comenzó sainete que poco tiene de
gracioso. Una operación judicial descarada. Ante esa situación,
Riquelme defendió una posición en un lugar en el cual otros hubieran huido
espantados. Lo hizo con convicción y comprensión del rol filosófico de su
patriada:
“A
la vida vine por algo, esto es lo que me tocó y lo disfruto mucho. Yo solo soñaba
con ser jugador de futbol para comprarle una casa a mi vieja. La vida me fue
llevando a esto y estoy viviendo la película mas linda del mundo”.
El poder político y el poder judicial contra ese muchachito y su mate…
Llegó
el día. Luego del temporal, los socios de Boca Juniors llevaron adelante un
acto pilar de nuestros clubes: el voto. En tiempos de fútbol SA, están
quienes buscan que los socios se transformen en accionistas y que la soberanía
sea una cuestión de directorios. El entretenimiento necesita fanáticos que
no pregunten cómo suceden las cosas. Por suerte, nuestros clubes gozan de
buena salud: récord de asistencia en las elecciones de Boca Juniors, San
Lorenzo de Almagro y el Club Colón.
En
Boca Juniors votaron 46.402 socios. 30.318 lo hicieron por la fórmula
Riquelme-Ameal. 15.949, por Ibarra-Macri. El 65.4% de los asociados
eligieron el mate por sobre el 9 de Qatar. Las cosas simples a un nuevo estadio
con hologramas y cosas extrañas.
Pero detrás del mate de Riquelme hay cosas profundas.
Román nunca agachó la cabeza,
por eso el Topo Gigio a Macri en 2001. Fue un líder que jamás olvidó su origen,
por eso en los últimos cuatro años Boca Juniors se reencontró con su barrio.
Porque un sabio afirmó hace un tiempo “Para conducir a un pueblo la
primera condición es que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como
el pueblo”.
“Riquelme es San Martín preparando a los Granaderos para cruzar los Andes“, señaló el periodista Diego Cessario aquella tarde del 3 de diciembre pasado, cuando miles de boquenses realizaron un emotivo banderazo exigiendo a la jueza Abrevaya las elecciones.
El dirigente Víctor Lupo apuntó en Abrí la Cancha: “El pueblo
apoya a Riquelme porque está poniendo la montura para seguir adelante. El decidió
enfrentarlos, con un apoyo popular muy grande y una contra también muy grande,
porque está enfrentando a aquellos que quieren vender la patria al
extranjero sin importar nada. Gente que el pueblo considera traidores a la
patria. Riquelme está enfrentando a quienes están llevando adelante la
idea de quedarse con el trabajo y el patrimonio de generaciones de argentinos,
porque eso son los clubes en nuestro país“.
Odiar a Riquelme y Diego Maradona pone a cualquier argentino de bien del otro lado de las cosas.
En estos últimos tiempos muchos compatriotas fueron engañados con
cantos de sirena, periodistas alcahuetes y miserables de cuño propio. Pero
la realidad está en la calle. En el mate. En nuestra cultura. Como señaló
ese inmenso artista popular que es el tucumano Mario Cabrera: “Ojalá
los dirigentes que desde la política pretenden representar a nuestro pueblo
aprendan la lección, se miren en ese espejo y no confíen nunca más en tik tok
que en acercarse al dolor de la gente en las calles. Que se olviden de
privilegiar los estudios de televisión para empezar a tomar un mate con
nuestros paisanos maltratados”.
Por
eso ganó Román. El hombre llano. Como vos, como yo. El muchacho con séptimo
grado que sigue pensando en su mamá. El mate de Riquelme le ganó por goleada al
poder real. Ojalá sea un punto de partida para que nuestro pueblo deje de
perder.
*Periodista
/ Abrí la Cancha en Radio Gráfica.
Fuente:
https://radiografica.org.ar/2023/12/19/riquelme-el-hombre-llano-que-le-torcio-la-muneca-al-poder/