El encuentro tuvo como objeto defender lo que
se conoce como “la doctrina social de la Iglesia” como así también al sumo
Pontífice, Papa Francisco. La actividad se llevó a cabo en uno de los salones
del Círculo del Magisterio y se enmarcó en el actual contexto eleccionario.
Con la presencia de
varios referentes y un importante número de militantes, especialmente del
peronismo, el acto fue impulsado por Fernando Sosa Padilla y Gabriel Casas,
quien tuvo a su cargo hacer una síntesis del documento cuyo título es “En
defensa de la Doctrina Social de la Iglesia”. El documento --fue refrendado por
una importante cantidad de ciudadanos—será enviado a Roma.
Participó
por videoconferencia el cura villero, Padre Pepe Di Paola, quien ha enrolado su
trabajo sacerdotal en la práctica social eclesial conocida como “la Opción por
lo Pobres”.
El
abogado Casas, en su intervención hizo una síntesis del documento presentado,
en el que se enfatiza que esa doctrina no nació en los últimos diez años, sino
que su nacimiento formal fue con la encíclica Rerum. Novarum, del Papa León
XIII y se sucedieron otras, muy valiosas, incluyendo dos del Papa Francisco.
El
contexto de la actividad desarrollada fue explicitado por Casas, quien
remarcó que con la misma se “repudiaba
la vileza de la expresión de que el Maligno está sentado en la silla de San
Pedro". Al respecto enfatizó que esa definición política “solamente puede
reflejar un desorden mental manifiesto”.
Luego,
por videoconferencia el Padre Pepe di Paola destacó el valor del documento y
del compromiso de los laicos. Añadió que los conceptos de libre venta de
órganos o de niños, la eliminación del rol del Estado en su misión de proteger
a los más necesitados, resulta absolutamente incompatible con la doctrina
católica.
Texto
del documento
En Defensa de la Doctrina Social de la Iglesia y del Papa Francisco
Un grupo de fieles laicos de la
Iglesia Apostólica Romana, de la Provincia de Tucumán, queremos expresar
nuestro repudio a la pretensión de que la República Argentina rompa relaciones
diplomáticas con el Estado del Vaticano
como así también repudiamos las expresiones que agravian al Papa
Francisco, de quien con vileza se ha dicho demencialmente que sería "el
Maligno sentado en la silla de San Pedro". Y ese ataque ocurre,
simplemente, porque se reniega de la Doctrina Social de la Iglesia y su
concepto de justicia social, que se lo atribuye como una creación del Papa
Francisco, quien en realidad expresa la continuidad y profundización de esa
doctrina. Tal como señala Jorge Fontevecchia, en el Diario Perfil, del
22/10/2023, en el elocuente título de su nota "No es este Papa, es el
Vaticano". Relata allí la experiencia de Grafton, un pueblo rural
norteamericano, dónde en 2004, el sueño de un gobierno sin Estado se convirtió
en una pesadilla. Apunta el autor que "los valores que representa la
Iglesia Católica son incompatibles con una ideología libertaria y la
experiencia de Grafton demuestra las consecuencias prácticas de su aplicación".
"El
conflicto entre la ideología libertaria y la Doctrina Social de la Iglesia
lleva tantos años como el nacimiento de la Escuela Económica Austriaca",
se consigna acertadamente en el artículo referenciado. Y se agrega: "Ya en
1843 un sacerdote justamente jesuita, Luigi Taparelli, en su ensayo teórico del
del derecho natural fundado sobre los hechos, utilizó la
expresión"justicia social ". Dos décadas después, en 1864, el Papa
Pío IX, en la Enciclica Cuanta Cura (Con cuanto cuidado), critica el materialismo
tanto del socialismo como del liberalismo económico (no confundir con el
político). Ambos textos son prólogo de la Enciclica fundante de la Doctrina
Social de la Iglesia: Rerum Novarum (Sobre las cosas nuevas), donde se critica
la explotación de los obreros tanto del marxismo como del capitalismo, escrita
por el Papa León XIII en 1991, iniciando la serie de las 15 (QUINCE) enciclicas
sociales ".
Señala
precisamente Fontevecchia que "Las más importantes fueron la Quadragesimo
Anno(a los 40 años de la Rerum Novarum), en 1931, del Papa Pío XI, en la que
confronta con el marxismo al defender la propiedad privada y con el capitalismo
pre-Keynes ante la injusta retribución salarial. Cuatro décadas después, el
Papá Juan XXIII, en su Enciclica Mater et Magistra (Madre y Maestra), critica
la falta de solidaridad de los países ricos con los más pobres, describiendo el
subdesarrollo. Seis años después, el Papa Pablo VI, en la Enciclica Populorum
Progressio (El desarrollo de los pueblos), enfatiza que la economía está al servicio
de las personas y no al revés. También Pablo VI dedicó una enciclica a Rerum
Novarum: Octogesima Adveniens a los 80 años, en 1971. Una década después, Juan
Pablo II, en su Enciclica Laborum Exercens, declaró el valor cristiano del
trabajo, su dignidad y la importancia de los sindicatos. Juan Pablo II vuelve
con otra enciclica social en 1987, titulada "Sollicitudo rei
Socialis" (Preocupación Social), en la que se retoma Rerum Novarum y
Populorum Progressio y critica el "abismo" de desarrollo entre el Norte
y el Sur del planeta. Y sobre el destino universal de los bienes, como si fuera
destinado a los libertarios, Juan Pablo II allí escribió: "Entre las
opiniones y actitudes opuestas a la voluntad divina y al bien del prójimo y las
estructuras que conllevan, dos parecen ser las más características: el afán de
ganancia exclusiva, por una parte, y por la otra, la sed de poder, con el
propósito de imponer a los demás la propia voluntad ".
"El
Papa Benedicto XVI, tras la crisis financiera de las hipotecas de 2007/2008, en
su encíclica Caritas in Veritate (La Caridad en la Verdad), de 2009, se refirió
a la necesidad de fraternidad en el desarrollo económico, criticó la
financierizacion además de volver a Rerum Novarum y la otra enciclica de Juan
Pablo II, Centesimus annus, en 1991, en homenaje al centenario de Rerum
Novarum. Se incluyen entre las 15 encíclicas sociales las dos del Papa
Francisco Laudato sí' (Alabado seas), de 2015, y Fratelli tutti (Hermanos
todos), de 2020".
La
estricta verdad es que la Doctrina Social de la Iglesia, tiene su nacimiento y
desarrollo en esas enciclicas, más en definitiva tiene sus raíces en las
enseñanzas y vida de Nuestro Señor Jesucristo. Con lo cual es independiente del
peronismo en Argentina, aunque se discute si, al revés, la exposición del texto
de Juan Domingo Perón titulado Comunidad Organizada -sin perjuicio de su
vinculación a las cuestiones específicamente argentinas-, expuesto en el
Congreso Nacional de Filosofía de 1949, no estuvo inspirado justamente en
aquella doctrina católica.
Cabe consignar finalmente lo especificado
en el citado artículo por Fontevecchia, en el sentido que las ideas centrales
de la Doctrina Social de la Iglesia son: la
dignidad de la persona humana trascendente por sobre cualquier materialidad; la
primacía del bien común; el destino
universal de los bienes, donde el reconocido derecho a la propiedad privada no
llega a ser incondicional y absoluto; el principio de solidaridad y de
subsidiariedad, que obliga a prestar ayuda; y la primacía de la ley moral por
sobre las ideologías, ya que no existe una única verdad.
Tucumán,
segunda semana de noviembre de 2023.