El presidente Alberto Fernández exhortó este martes a sus pares del Mercosur, reunidos en Puerto Iguazú, a "integrarse al mundo no solo como proveedores de materias primas sino como exportadores de productos elaborados" y dijo que aspira a que las negociaciones en marcha con la Unión Europea "arrojen resultados equilibrados para todas las partes".
"Hablo
de ser parte del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan
y no con la debilidad de las que se primarizan. Nadie puede condenarnos a ser
los proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos venden
a precios exorbitantes", advirtió el jefe de Estado argentino en su
discurso frente a los presidentes del Mercado Común del Sur.
Subrayó además que el destino del Mercosur es "ser parte
del mundo global con la fuerza de las economías que se desarrollan y no con la
debilidad de las que se primarizan".
En un discurso centrado en desandar las divergencias ya manifestadas -en soledad- por Uruguay respecto de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio con la UE, el mandatario argentino señaló que el país quiere avanzar en las negociaciones y aclaró que su Gobierno no está en una posición "aislacionista".
"Nadie puede condenarnos a ser los proveedores de la
materia prima que otros industrializan y luego nos venden a precios exorbitantes.
Una visión que no advierta la dimensión de lo que aquí digo podría inducir a
algunos a pensar que de ese modo no alcanzaremos los estándares de libre
comercio que algunos socios pretenden", dijo en alusión a la postura del
gobierno de Luis Lacalle Pou.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el mandatario
amplió su postura sobre el acuerdo con la UE: dijo que el avance de ese
convenio "no estuvo demorado por decisión de los países del Mercosur sino
por conflictos internos" en el Viejo Continente que, dijo, "podrían
sintetizarse como la posición de algunos países que no están dispuestos a
terminar con los subsidios agrícolas que dan a sus productores, y que para
países del Mercosur son muy importantes para competir y entrar en esos
mercados".
También señaló Fernández que la UE tomó recientemente "decisiones ambientales unilaterales" que "cambian las reglas del preacuerdo que se firmó a mediados de 2019", lo cual fue "admitido" por ese bloque y sobre lo cual "habló con líderes europeos, y que "afectan mucho a los países menos industrializados del Mercosur".
Añadió además que "hay normas que no compartimos y que
impiden dar privilegio a empresas nacionales a la hora de hacer compras
gubernamentales".
No obstante, aseguró que en el bloque regional está la
"vocación" de encontrar un acuerdo con la UE, al manifestar que
"en un mundo que vuelve a polarizarse comercialmente entre Estados Unidos
y China, la posibilidad de construir un eje entre Europa y el Mercosur es algo
muy valioso y lo queremos perfeccionar".
"Quiero agregar valor a lo que producimos porque así
podemos ser protagonistas del futuro. De lo contrario, seguiremos
perfeccionando la tremenda desigualdad que hoy posterga a nuestros
pueblos", añadió.
Sobre el acuerdo con la UE, había explicado: "Tenemos
una visión crítica de lo que se acordó entonces. Aquello fue el fruto de un
esfuerzo muy desigual entre las partes. Así, el Mercosur fue el que más cedió
siendo el bloque con menor nivel de desarrollo relativo en el Acuerdo. La
presentación de nuevas demandas en materia ambiental (...) presenta una visión
parcial del desarrollo sostenible, centrada en lo ambiental, con nulo registro
de las tres dimensiones de la sostenibilidad", aclaró.
Aun así, el mandatario nacional reiteró que la Argentina
estima que el acuerdo representa una oportunidad: "Aspiramos a que las
negociaciones en marcha arrojen resultados equilibrados para todas las
partes".
Aunque el debate sobre la relación con la Unión Europea atrae
todos los focos, la intervención de Fernández fue más allá y recordó que el
Mercosur lleva adelante otras negociaciones, entre ellas con países de América
Central y con otros “más distantes como los Emiratos Árabes Unidos”.
Fernández insistió además en algo que ya había mencionado en
la pasada cumbre realizada en Montevideo y es que todo lo actuado se da en un
“escenario en el que la globalización cruje, que no muere, pero se transforma”.
“Sin duda alguna, el Mercosur es el proceso de integración
más sólido que la América del Sur ha desplegado. Una unión que ha evitado que
se consoliden corrientes antagónicas entre nuestros intereses. Hemos logrado
tener intereses permanentes y son esos intereses los que debemos preservar en
favor de nuestros pueblos”, ponderó el titular de la Casa Rosada.
Por ello, con el ministro Sergio Massa a tan sólo unos
metros, agradeció el acompañamiento de los países socios en el marco de “una
arquitectura financiera internacional muy injusta que preserva las
desigualdades en lugar de socorrer a los pueblos”, en clara referencia a las
negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Fuente: Telam