A la periodista riojana
Manuela Calvo le cambió la vida cuando comenzó a reportar sobre la situación de
niñas y niños obligados por la justicia a revincularse con sus progenitores
denunciados por abuso, y el cambio implicó no poder ejercer su trabajo de
periodista con libertad e, incluso, tener que transitar distintos procesos
judiciales relacionados con su investigación.
La
investigación de Calvo sobre el 'caso Arcoiris' es un testimonio que interpela
al Estado y a la sociedad en la semana en que se cumple un nuevo aniversario de
Ni Una Menos y a días de conmemorarse el Día de la y el Periodista.
Manuela Calvo,
que es comunicadora hace 20 años, actualmente escribe para Pagina 12 en la
sección La Rioja 12 y realiza documentales "con perspectiva de
sobrevivientes" de violencias de género y de abusos a niñeces, explica en
diálogo con Télam.
En 2021
publicó el documental Mala Víctima, en la que Paula Sánchez Frega
"relataba su pensar y sentir durante el proceso judicial que culminó con
su expareja presa tras divulgar material íntimo sin su consentimiento",
comparte la profesional.
En ese documental, Calvo contrasta la violencia mediática que Sánchez Frega padeció cuando su denuncia se hizo pública, de parte de la defensa de su agresor, con el testimonio de la sobreviviente y dice que el resultado es contundente, porque "la sociedad continúa ejerciendo violencia contra ella".
El "caso Arcoiris"
La periodista comienza luego a investigar el llamado ´caso Arcoiris´, nombre que se le puso a una causa para preservar la identidad de una niña de La Rioja que fue abusada por su abuelo paterno y su padre, según le relata ella misma a su madre, que es quien hace la primera denuncia que derivó en un proceso judicial que ya lleva cinco años.
La madre, con
la que la niña vive hace un año en Buenos Aires, está en la actualidad con
prisión domiciliaria por decisión de la justicia riojana, que consideró
ilegítimo el traslado a esta ciudad.
Según la periodista,
fue también la justicia riojana la que le impidió a ella seguir haciendo su
trabajo y reportando sobre el caso.
"Mientras
investigaba el caso Arcoiris me doy cuenta de la necesidad de crear otros
contenidos urgentes, primero empiezo advirtiendo a la ciudadanía sobre la
información falsa, pero luego empiezo a crear videos cortos pedagógicos sobre
la problemática estructural", explica la comunicadora que utilizaba sus
redes sociales para difundir sus producciones.
Y agrega:
"Me doy cuenta que lo que le pasa a Arcoiris no es algo excepcional y que
la emergencia social es comprender la tortura a la que el Estado estaba
sometiendo a tantas niñas y niños al exponerlos a sus agresores, y es así que
nace el proyecto Sin voz(s), ese corto que la justicia riojana censuró".
Comienza así
un proceso contra ella que identifica como slapp (Strategic lawsuit against
public participation, en inglés) que define un litigio estratégico contra la
participación pública.
"Son
litigios cuyo fin es la intimidación y el silenciamiento de los críticos,
habitualmente periodistas, activistas, sindicalistas y oposición política, que
pueden desistir de sus objetivos ante la presión jurídica, el elevado costo de
su defensa legal, y por tanto, acaban abandonando su oposición o crítica y
autocensurándose", define la comunicadora.
En febrero de
2022 censuran e impiden que estrene su corto de dibujos animados ficcional
"que se centraba en el sentir de quienes atraviesan revinculaciones
forzosas, o sea, victimas de abuso sexual intrafamiliar obligadas por el
sistema judicial a seguir estando en contacto con su perpetrador", dice
Calvo.
La decisión la
tomó la jueza María Paiaro, de la Cámara Cuarta A ,Sala 7 unipersonal del fuero
Civil, Comercial y de Minas, a partir de una presentación que hizo el padre de
Arcoiris.
"El
personaje principal del corto tenía características físicas definidas, y lo
dibuje todo nuevamente para que no las tuviera, así ningún 'pedropapi' pudiera
asegurar que se trataba de la historia de su hija. La idea de hacer ficción era
justamente poder reflexionar sobre los sentires de las infancias en esa
situación sin exponer a ninguna de ellas", comenta la realizadora.
Y añade:
"Lo que pasa es que la jueza que decidió censurar este dibujo animado
nunca lo vio ni me escuchó a mi, decidió censurarme escuchando exclusivamente
la versión de uno de los presuntos abusadores de la niña" Pero además, la
orden de la jueza la obligaba a borrar contenidos relacionados con la causa
Arcoiris de sus redes sociales bajo la amenaza de cobrarle 50 mil pesos diarios
por cada día que no lo hiciera.
"La
justicia me dijo que hablar de esto me saldría caro, así que acaté e intenté
inútilmente defenderme de un juicio que habría perdido sin participar de
él", reconoce Calvo.
La periodista
acató la orden judicial, pero el 5 de junio del año pasado la jueza María
Eugenia Torres del Juzgado de Instrucción de Violencia de Género N° 1 de La
Rioja, en base a una causa que caratuló "desobediencia a la
autoridad", ordenó un allanamiento a la casa de la periodista y el
secuestro de sus dispositivos electrónicos, que luego recuperó.
Al otro día
del allanamiento, el asesor de Menores Pablo Cubillo la denunció por supuesta
coacción de la niña Arcoiris.
Actualmente,
Manuela Calvo sigue imputada por el delito de "desobediencia".
A pesar de ser
una niña, la familia paterna difundió un video de Arcoiris en redes sociales
donde le preguntan porqué no quiere ver a su papá y la pequeña contesta:
"Porque la Manuela Calvo".
"Pablo
Cubillo. quien ignoró los audios desgravados ante escribano público en donde la
niña relata varios episodios de abusos, quien presenció las veces que la niña
le rogaba que no la llevaran con su papá mucho antes de que yo empezara a
investigar el caso, quien protagonizó un audio que publicó la cuenta Ni Una
Menos La Rioja donde se lo escucha a él coaccionando a la niña cuando se
resistía a ir con su papá, diciéndole que si no iba con él corría el riesgo de
no volver a verlo nunca más, en el marco de mi censura se le ocurrió pensar que
había sido yo la razón por la que la niña ruega a los gritos no ir con su
papá", señala.
La instancia judicial
El funcionario
judicial le sumó a la periodista una imputación penal de "obstrucción del
vínculo".
"Mi vida
cambió completamente, este abogado que lucra con la impunidad de abusadores
llevó adelante una campaña calumniosa tan maliciosa que generó que padeciera
muchísima violencia. Para mí pasó a ser algo común bloquear cuentas que me
amenazan de muerte, no pude volver a salir sola de mi casa porque la estrategia
de esta persona fue direccionar discursos de odio contra la mamá de Arcoiris y contra
todas las que creemos en el relato de la niña", lamento la periodista
riojana.
En abril el
Tribunal Superior de Justicia de La Rioja avanzó para evaluar una medida de
Amparo que Calvo presentó para reclamar sus derechos vulnerados: a trabajar, a
la libertad de prensa, a su libertad de expresión, "y también los derechos
de los ciudadanos que han sido estafados por la información falsa y los
discursos de odio divulgados por la defensa de los presuntos abusadores que
censuran a la periodista", aportan las abogadas Elida Barrera e Ivana
Cattaneo que representan a Calvo.
Además, las
letradas alertan que "lo que está en riesgo con este tipo de decisiones
judiciales es la democracia".
Las abogadas
también presentaron un amparo en el mismo sentido ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
"Las
denuncias de violencia de género contra ellos me las archivan, a pesar de las
evidencias, no ven delito en la coacción que padezco, ni en las lesiones que
todo esto genera, así que ellos violentan con total impunidad, sin perimetral
que los restrinja, y el mensaje social refuerza la tradición de que es mejor no
denunciar porque la justicia solo escucha a los agresores", sostiene.
Junio es el
mes del Ni Una Menos, el movimiento que movió estructuras contra las
violencias, y el mes del Día de la y el Periodista. La particularidad de este
año es la profundización de las violencias hacía periodistas feministas. Y
Manuela, es una de ellas y brinda su testimonio.
Fuente: Telam