Las Abuelas de Plaza de Mayo, que luchan por hallar a niños apropiados ilegalmente durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), han logrado este jueves restituir su verdadera identidad al "nieto 131" y han renovado así su esperanza de encontrar a los 300 nietos que siguen buscando.
La
nueva identificación, la primera en casi tres años y medio sin noticias en la
cruzada de las Abuelas por hallar a sus nietos, corresponde a un hombre de la
provincia de Buenos Aires cuyo nombre se mantiene en reserva y a quien este
mismo jueves un juzgado le notificó que es hijo de desaparecidos por el régimen
militar.
Sus padres fueron Lucía Ángela Nadín y Aldo Hugo Quevedo, dos jóvenes que se conocieron en la Universidad de Filosofía y Letras de Cuyo, en la provincia de Mendoza (oeste) y que militaban en la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
"Seguimos trabajando día a día, con esperanza y con
la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas", ha
dicho la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, en rueda de prensa.
Ardua búsqueda
La pareja de Lucía Nadín y Aldo Quevedo se
trasladó a Buenos Aires en mayo de 1976.
Entre septiembre y octubre de 1977, Lucía,
embarazada de dos o tres meses, y Aldo fueron secuestrados en Buenos Aires.
La pareja permaneció en los centros
clandestinos de detención Club Atlético y El Banco y, por testimonios de
sobrevivientes, pudo saberse que Lucía fue trasladada desde El Banco para dar a
luz entre marzo y abril de 1978.
Hay sospechas de que el parto podría haberse
dado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), en Buenos Aires, sitio que
albergó el mayor centro clandestino de detención durante el sangriento régimen
militar.
Desde entonces, no se supo más de la pareja.
La búsqueda de los jóvenes fue emprendida por la familia,
que ignoraba que Lucía estaba embarazada, un dato que conocieron con el tiempo,
mediante el testimonio de personas que estuvieron con la pareja antes de su
secuestro.
La denuncia formal para dar con el niño la hizo el
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza ante la Comisión
Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), organismo que, a partir de una
investigación documental, logró confirmar en 2004 que Lucía estaba embarazada
cuando fue secuestrada.
En 2005, la familia Nadín dejó una muestra de ADN en el
Banco Nacional de Datos Genéticos y en 2010 la Conadi contactó a un hermano de
Aldo y se sumó su perfil al banco de datos genéticos.
Por otra parte, en 2015, a partir de datos aportados a
Abuelas, se identificó a un hombre que se sospechaba que podía ser hijo de
desaparecidos.
En 2019, tras intentos infructuosos para contactar a este
hombre, la Conadi acudió a la Unidad Fiscal Especializada para Casos de
Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado y esta presentó una
denuncia ante la Justicia.
El presidente de Argentina celebra la noticia
El juez federal Ariel Lijo logró localizar al
hombre en septiembre pasado y lo invitó a someterse a un estudio en el Banco
Nacional de Datos Genéticos, que este miércoles comunicó que la persona era
hijo de Lucía y Aldo.
Lijo dio la noticia este jueves al hombre,
quien, según relató la directora de la Conadi, Claudia Carlotto, presente en
ese momento, reaccionó con mucha "emoción" y pidió tiempo para
conocer a su familia biológica.
"Lo vi muy bien dispuesto y muy
emocionado cuando le dimos la foto de su padre. Parece una fotocopia del padre.
Es impresionante. La emoción fue enorme. Ahí las palabras sobran y las
preguntas, también", contó Claudia Carlotto.
Tras anunciarse la noticia, el presidente
argentino, Alberto Fernández, ha celebrado que las Abuelas hayan podido
encontrar a un nieto más.
"Es una alegría infinita cerrar el año de esta manera. Como dicen ellas,
nos ilusionamos con que cada vez más hombres y mujeres puedan recuperar su
identidad como los 131 que ya lo hicieron", ha expresado el
mandatario en su cuenta de Twitter.
Tres años y medio después del
anterior
La emblemática asociación, integrada desde
1977 por ancianas que buscan a sus nietos, hijos de desaparecidos que fueron
apropiados por el régimen y entregados a familias ajenas, está presidida por
Estela de Carlotto.
Estima que cerca de 500 bebés fueron robados
por la dictadura a sus progenitores, en su mayoría opositores al régimen, y en
muchos casos a madres que dieron a luz en centros clandestinos de detención y
tortura y fueron desaparecidas para siempre, asesinadas o tiradas con vida,
drogadas, al mar.
Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20221223/abuelas-plaza-mayo-identifican-nieto-131-robado-dictadura-argentina/2412705.shtml