Las
cenizas de la presidenta de Asociación Madres de Plaza de Mayo fueron
esparcidas allí en una multitudinaria y emotiva ceremonia. La Plaza
desbordó las expectativas de la organización, que había convocado a participar
de su tradicional ronda de los jueves para homenajear su memoria y legado. Foto:
Florencia Downes.
Como es tradición cada vez que fallece una de las integrantes de la Asociación, las cenizas de Bonafini fueron colocadas en un hoyo cavado en el jardín del perímetro que rodea la Pirámide de Mayo, momento que fue acompañado por otras integrantes de Madres, en medio de un fervoroso aplauso que derramó al resto de la histórica plaza.
Poco antes de las 15.30, la camioneta que habitualmente trasladaba a
Hebe y al resto de las integrantes de la Asociación, ingresó a una
Plaza de Mayo colmada de banderas y fotos de la referente de derechos humanos,
donde fueron recibidas con aplausos y muestras de afecto por una multitud,
entre las que se encontraba el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el
dirigente de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la
provincia, Andrés "Cuervo" Larroque, entre otros dirigentes de
distintos sectores.
Entre los presentes se alcanzó a ver a la cantante Teresa Parodi, el Padre Paco
Olveira, del Grupo de Curas en Opción por los Pobres; el exministro de
Economía, Amado Boudou, el gremialista Daniel Catalano (ATE-Capital), y al
ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa.
Foto: Alfredo Luna
Con este acto, Hebe volvió a ser parte -como lo hizo cada jueves de las últimas décadas- de la histórica ronda de las Madres, la número 2328, que esta vez debió realizarse en las calles periféricas a la plaza por la enorme presencia de jóvenes y columnas de organizaciones políticas, sociales, de derechos humanos, militantes, dirigentes y funcionarios del Frente de Todos (FdT).
El histórico militante Demetrio Iramain exhortó a "reivindicar y
defender" a Bonafini, pidió no "inventar una Hebe a la medida"
de cada uno y llamó a "luchar como ella" y a materializar la última
convocatoria de la presidenta de Madres: "Una pueblada contra el partido
judicial, un 19 y 20 de diciembre" contra los magistrados que
"quieren encarcelar a Cristina (Fernández de Kirchner) y nos quieren dejar
sin el sueño de volver a ser felices".
"Eso no lo vamos a permitir con el mandato de Hebe que vamos a llevar
adelante", aseguró mientras los aplausos se sucedían, al igual que los
cánticos y las consignas: "Madres de la Plaza, el pueblo las abraza".
"Continuemos con la lucha para que de una vez por todas podamos construir esa Patria justa, libre, soberana, equitativa e igualitaria; compañeros continuemos el camino", pidió sentada desde un escenario Sara Mrad, una de las cinco Madres que esta tarde cumplió con el deseo de Hebe de que sus restos descansaran en la Plaza de Mayo. Sara Mrad es la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Tucumán.
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Después, en una ceremonia sencilla y emotiva, las cenizas de Bonafini
fueron colocadas -junto a un rosario que le había regalado el Papa Francisco-
al pie de uno de los arbustos del pequeño jardín circundante a la Pirámide,
donde también se pusieron rosas blancas y una planta de jazmín.
"Hebe no se fue, está con nosotros", dijo más tarde con la ternura de
sus 98 años en la voz Visitación de Loyola, desde el escenario, frente a una
multitud conmovida que replicó en su gestualidad uno de los lemas de Bonafini:
"Amor con amor se paga".
Así, el legado de Bonafini quedó cristalizado, no sólo en la participación
masiva de la ronda, sino en las banderas y pancartas, que desde temprano
poblaron la plaza con palabras como "Gracias", "Hasta la
victoria siempre" y "Hebe, bella aguerrida".
Junto a Azucena Villaflor
Los restos de Bonafini
descansan en la Plaza de Mayo, al igual que los de Azucena Villaflor de
Vicenti, la primera madre, cuyas cenizas permanecen enterradas en la base de la
Pirámide de Mayo, el mismo sitio donde hace 45 años las mujeres de
pañuelo blanco comenzaron su lucha por los derechos humanos contra el
terrorismo de Estado.
El 30 de abril de 1977, en pleno auge de la dictadura cívico militar, un grupo
de mujeres encabezadas por Villaflor de Vicenti se concentraron por primera vez
en el centro de la Plaza de Mayo y desde entonces jamás dejaron de hacerlo.
Fuente: Telam