Jóvenes estudiantes de la Escuela Técnica N°9 D.E 7 "Ing. Luis A. Huergo" (CABA), Instituto Técnico San José de Justiniano Posse (Córdoba), Instituto Técnico Salesiano Villada (Córdoba, Escuela Provincial de Educación Técnica N° 3, de Pirané (Formosa) y Escuela Provincial de Educación Técnica N° 18, de Puerto Esperanza (Misiones participaron de la experiencia de construcción espacial y la puesta en el aire de lo producido.
Con el fin de acercar la ciencia y la tecnología a estudiantes de colegios secundarios, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) diseñó la Convocatoria Cansat Argentina.
Cansat es una iniciativa internacional impulsada por varias agencias
espaciales del mundo, entre ellas la NASA (EEUU) y la ESA (Europa),
que propone a estudiantes construir una carga útil, cuyo tamaño no supere el de
una lata de gaseosa, y lanzarla en un cohete hasta una altitud aproximada de un
kilómetro. De allí, el término CAN (lata) y SAT (satélite), por sus siglas en
inglés.
Los participantes de los grupos opinaron tras cada
lanzamiento.
Santiago Bas, encargado de la parte mecánica del grupo Ad Astra, de
la escuela misionera con el proyecto Seus, expresó:
"Sinceramente todavía no caigo de que nos haya salido bien. Sufrimos
bastante a último momento porque tuvimos unos contratiempos con la telemetría,
pero por suerte funciono y fue mucho más de lo que esperábamos".
"La misión secundaria de nuestro satélite consistió en la dispersión de
ioduro de plata, y obtener datos de telemetría básica como altitud barométrica,
presión y temperatura"
Tomás Giraudo, del Instituto Villada de Córdoba, admitió que estaban
"muy ambiciosos. Anoche casi no pudimos dormir de la ansiedad. Tuvimos un
percance: no se abrió el paracaídas, pero pudimos hacer en vivo y en directo un
test de resistencia a una caída de 300 metros y el satélite está intacto. Pudo
recibir toda la telemetría, la misión se cumplió".
"Los datos que obtenemos con nuestra misión después se utiliza para la
calibración de radares meteorológicos, que se usan para los pronósticos",
agregó Giraudo, y reconoció que "es una experiencia que no la vamos a
olvidar, compartimos con los otros grupos, nos relacionamos muy bien. Creamos
un gran equipo de Cansat y nos deja sensaciones geniales".
Martín Sánchez, de la escuela Huergo -de Capital Federal- participó con
el equipo Caelus y aseguró que "todo salió mejor" de lo esperaban,
"es un resultado satisfactorio", agregó.
"Particularmente me parece una iniciativa muy interesante. Quiero dar las
gracias a todo el equipo porque en serio sé que es muy importante incentivar la
ciencia en los pibes. Eso es lo que me apasiona, estoy muy agradecido por todo
esto", agregó Sánchez.
Camila Farías, de la escuela de Formosa e integrante del equipo Meraki, dijo
con mucha emoción que "acaban de lanzar nuestro cohete y la misión salió
rebien, así que estamos contentos. Queremos agradecer a la Conae, a la UTN y a
todos que gracias a ellos se hizo posible esto".
Estar en la Conae "es una sensación increíble, todavía no caigo, estuvimos
también con el ministro Filmus, así que muy contentos", celebró Farías,
quien agregó que con el satélite su equipo tiene como misión principal medir
"temperatura y presión. Y la segunda es humedad, presión y altura",
agregó Farías.
La joven estudiante contó que el proceso para llegar a esta instancia fue
"una montaña rusa de emociones, a veces estábamos bien, de a ratos mal, y
ahora estamos acá, así que estamos contentos de haber llegado".
Nazareno Orzo, del grupo ElectroSix, proveniente de Justiano Posse, contó que para
llegar a la instancia de lanzamiento "fue muchísimo trabajo. Teníamos
muchísimos nervios, más allá de eso el lanzamiento fue un éxito, el censado fue
perfecto".
"Nosotros censamos presión y temperatura a través de la misión primaria, y
nuestra misión secundaria es censar monóxido y dióxido de carbono. Lo hacemos
con el objetivo de concientizar a la gente de todos los gases malignos que
tenemos en nuestro ambiente, y que no es normal", cerró Orso.
La competencia Cansat arrancó en junio pasado con 850 equipos inscriptos de
colegios secundarios de todas las provincias del país.
En total, 4.500 alumnas y alumnos recibieron capacitaciones por
parte de profesionales de la Conae y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)
con el objetivo de adquirir los conocimientos, las herramientas y los
materiales necesarios para realizar el desarrollo del proyecto.
Tras superar diferentes instancias de la competencia, llegaron a la final los
cinco equipos, cuyos Cansat debieron cumplir la misión primaria propuesta por
la Conae: medición de presión y temperatura durante el tiempo de vuelo, y la
transmisión de esos datos a la estación terrena, al menos una vez por segundo.
Fuente: Telam - Fotos: Laura Lescano