Desde Egipto crece el reclamo para recuperar la Piedra Rosetta, que se encuentra en el Museo Británico de Londres desde hace más de 200 años.
Conocidos arqueólogos egipcios renovaron su llamamiento para la devolución a Egipto de la Piedra de Rosetta conservada en el Museo Británico de Londres, exactamente 200 años después de que el desciframiento de la placa revelara los secretos de la escritura jeroglífica y marcara el nacimiento de la egiptología.
La petición ha recogido hasta ahora 2.500 firmas y tiene como objetivo "explicar a los egipcios lo que les han robado", explicó Mónica Hanna, decana interina de la Facultad de Arqueología de la ciudad egipcia de Asuán, y una de las organizadoras del llamamiento.
La piedra de Rosetta data del 196 A.C. y fue descubierto por el ejército de Napoleón Bonaparte en el norte de Egipto en 1799. Se convirtió en propiedad británica después de la derrota de Bonaparte bajo los términos del Tratado de Alejandría de 1801, junto con otras antiguedades encontradas por los franceses, y fue enviado a Londres, donde está en el Museo Británico desde 1802.
Con inscripciones del mismo texto en jeroglíficos, demótico y griego antiguo, la piedra sirvió al francés Jean-Francois Champollion para descifrar la escritura de los antiguos egipcios, en 1822, arrojando gran luz sobre el Egipto de los faraones.
Los arqueólogos egipcios ya habían pedido su regreso, pero esperan que las crecientes iniciativas de los museos occidentales para devolver artefactos que han sido retirados de países bajo el dominio colonial ayuden a su causa.