Para Horacio Rovelli no hay nada nuevo bajo el sol. "Son tan previsibles los chantajes y la desestabilización en la historia de Argentina que nadie se puede hacer el sorprendido, hay que tener voluntad política para evitar que maten de hambre al pueblo".
Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires
Los últimos «movimientos» del mercado resultan sospechosos, generan desorden económico e instauran una sensación de zozobra y angustia en la población. Los efectos son demoledores, pasan cosas inexplicables .
El economista, comparó este momento de
nerviosismo que vive Argentina, con el gobierno de Raúl Alfonsín cuando
presionaron para expulsar al ministro de economía Bernardo Grinspun, que
resultó eyectado de su cargo, y nos referencia que «la situación era de
impotencia, porque las empresas fijaban los precios que querían, era diciembre
de 1984, la inflación era de 20% mensual, y las tasas de interés volaban en el
aire».
«Ellos querían que el gobierno de Raúl
Alfonsín legitime la deuda heredada de la dictadura militar, en esto trabajó Domingo Felipe Cavallo, que le pasó la deuda al Estado, esto da asco», señaló
Rovelli.
Hoy se sabe por el pedido del Ejecutivo al Banco
Central que fueron "casi siete millones de personas físicas y jurídicas las que
compraron 86.200 millones de dólares en la gestión de Cambiemos, de las cuales
las 100 primeras lo hicieron por 24.679 millones de dólares"..
La deuda, sin ser observada por el FMI, pasó
a engrosar el capital que los ricos del país tienen en el exterior y sin
embargo, pretenden que la pague el pueblo argentino
Están nerviosos, porque Batakis puede avanzar y saben que con esta información permitiría, además de recuperar en parte esa deuda, hacer un avance sobre las contabilidades paralelas y la evasión tributaria. Tienen miedo que Scioli y Batakis le digan a la inútil de Mercedes Marcó del Pont y a la AFIP que no hizo nada para esclarecer la estafa
En julio de 1982, tras la derrota de Malvinas y el reemplazo del dictador Leopoldo Galtieri por Reynaldo Bignone, se nombró presidente del Banco Central a Domingo Felipe Cavallo, quien instrumentó los seguros de cambio para las empresas endeudadas en el exterior. De esa manera hicieron que las empresas transfirieran su deuda en dólares al Estado Nacional. El Estado creaba títulos de deuda (BONEX) para pagarle a los acreedores externos (comunicación A-163 del BCRA del 15/07/1982) y con ello disminuyeron sideralmente la deuda de las grandes empresas nacionales y extranjeras y se la impusieron al pueblo argentino.
Alfonsín le pidió la renuncia a su ministro
Bernardo Grinspun un día después de que echara de su oficina al enviado del
FMI.
Cuando el doctor Bernardo Grinspun, se negó a
pagar la deuda y propuso dividirla en deuda legítima e ilegítima lo hicieron
volar por el aire.
La canallada tuvo tal grado de desparpajo --explica Rovelli-- que al amparo de una acto repudiable permitió que
- - "Sevel (Macri) que adeudaba 124 millones de dólares;
- - Acindar 649 millones;
- - Compañía Naviera Pérez Companc 211 millones;
- - Loma Negra, de los Fortabat, 62 millones de dólares y
- las corporaciones como Cogasco, Celulosa Jujuy, Techint, IBM,Ford, Fiat, Bridas, Pescarmona, se beneficiaran con estas maniobras.
- - A estos se le suman los bancos Galicia, Río, Citibank, Francés, Supervielle, etc".
Toda esa deuda fue licuada
por la inflación porque la pagaban en pesos y el Estado nacional daba títulos
públicos a los acreedores, que sospechosamente lo aceptaban.
Se tuvo que sacar a dos lacayos, Matias
Kulfas que era servil del Grupo Roca beneficiado con 200 millones de dólares y
a Martín Guzmán que es el mismo Fondo Monetario internacional
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