Macarrón había llegado al juicio acusado del delito de "homicidio calificado por el vínculo" / Foto Laura Lescano)
El jurado popular lo absolvió por unanimidad. La mujer de 51 años fue asesinada en su casa del barrio Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto en noviembre del 2006.
Por Pablo Rivero
Un tribunal absolvió este miércoles en un juicio por jurados al
médico Marcelo Macarrón por el femicidio de su esposa Nora Dalmasso, la
mujer de 51 años asesinada en su casa del barrio Villa Golf de la ciudad
cordobesa de Río Cuarto en 2006, por lo que a 15 años el crimen seguirá impune.
Luego de una breve deliberación, el jurado popular integrado por 12 ciudadanos
declaró por unanimidad la absolución del viudo, tal como lo había solicitado
esta mañana tanto el fiscal del juicio Julio Rivero como el abogado defensor
Marcelo Brito, quienes cuestionaron duramente en sus respectivos alegatos la
instrucción del caso.
Tras conocer la decisión del tribunal técnico de Río Cuarto, Macarrón
se abrazó emocionado a sus hijos Valentina y Facundo, quienes lo
acompañaron desde temprano dentro de la sala de audiencias al igual que su
cuñado Juan Dalmasso, hermano de Nora, la esposa y el hijo.
Pasadas las 17 y luego de poco más de una hora de deliberación, la Secretaría
del Tribunal dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia.
"El tribunal integrado con jurados populares y por unanimidad resuelve
absolver a Marcelo Macarrón por el hecho que le atribuyó el requerimiento de
citación a juicio, tipificado como homicidio calificado por el vínculo, por
alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", dice la
resolución.
"No puedo sostener que la mató un sicario no solo porque no existe
prueba de eso sino porque hay pruebas de que la víctima tuvo sexo consentido.
El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal"
El tribunal también resolvió “reconocer a la señora Nora Raquel Dalmasso como
víctima de violencia de género, de acuerdos a las legislaciones y convenciones
internacionales", y ordenó poner a disposición del Ministerio Público
Fiscal la presente causa, además de las actuaciones y la totalidad de los
elementos secuestrados, a los efectos de la prosecución de una nueva
investigación penal preparatoria.
Los camaristas también fijaron el 5 de agosto a las 11 para la lectura de los fundamentos de la sentencia.
Horas antes, el fiscal Rivero ya había pedido la absolución del traumatólogo en un alegato en el que cuestionó la investigación realizada."Si la policía judicial hubiese intervenido desde el primer momento, este caso ya se habría estado esclarecido", dijo el representante del Ministerio Público, quien reprochó a los investigadores "la orfandad por falta de conocimientos, de profesionalidad y también en muchos casos por falta de elementos para realizar el trabajo, como en el caso de los peritajes en el escenario el asesinato".
Ante esta situación, luego de casi tres horas de alegato, Rivero aseguró: "No puedo acusar por acusar. No puedo sostener que la mató un sicario no solo porque no existe prueba de eso sino porque hay pruebas de que la víctima tuvo sexo consentido. El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal".
Para pedir la absolución, el fiscal hizo lugar "al principio de inocencia" ante la insuficiencia de pruebas que lo comprometían.
Luego de un breve cuarto intermedio, el defensor Brito también pidió la absolución de Macarrón y señaló que “la causa tuvo muchas irregularidades por ignorancia y negligencia”.
Antes de conocer el veredicto, Macarrón tuvo la posibilidad de pronunciar sus "últimas palabras", en las que dijo ser inocente y agradeció a todos los que lo acompañaron, entre ellos sus familiares y sus abogados.
El proceso
El juicio por el femicidio de Dalmasso había comenzado el 14 de marzo último y
demandó 39 audiencias orales, por las que desfilaron 71 testigos, apenas un 25
por ciento de los más de 300 que se habían previsto.
El fiscal que instruyó el caso, Luis Pizarro, al elevar el caso a juicio,
consideró que la madrugada del 25 de noviembre del 2006 el viudo
"planificó dar muerte a su esposa por desavenencias matrimoniales y con la
intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente
política y/o económica".
No obstante, el representante del Ministerio Público que debió respaldar con
pruebas esa acusación en el juicio cuestionó duramente la investigación llevada
a cabo y dijo que no tiene pruebas para pedir una condena.