El Ministerio de Educación provincial lo organiza cada año. Su 6º edición se desarrollará los días 5, 6 y 7 de julio. Participará la profesora Keisha Thorpe.
Bajo el lema “La Educación del mundo se reúne
en Tucumán”, más de 30 mil educadores provinciales podrán participar de
conferencias. Además, luego de dos años de virtualidad, el 6º Congreso
Internacional de Educación regresa a la presencialidad y otorgará puntaje
FORMAR.
Este año reunirá a 20 expertos y educadores
de los cinco continentes, que fueron convocados para compartir sus experiencias
con docentes y estudiantes locales con el propósito de generar y consolidar un
espacio de encuentro y debate sobre la educación pospandemia.
Entre los disertantes confirmados, se
presentará la profesora Keisha Thorpe,
docente de inglés de una escuela secundaria de Washington DC que fue
galardonada con el “Global Teacher Prize” 2021.
Esta distinción, también conocida como el Nobel de la Educación
es otorgada por la Fundación
Varkey y la UNESCO a
quien consideran como “el mejor docente del mundo” por su trabajo innovador y
comprometido, de alto impacto inspirador entre sus estudiantes.
Thorpe obtuvo el
premio en noviembre pasado por su trabajo para ayudar a estudiantes, en su
mayoría hijos de inmigrantes, refugiados o de bajos recursos, y que en muchos
casos ni siquiera saben hablar en inglés, para que tuvieran las mismas
oportunidades y puedan acceder al nivel universitario.
Para esto, la docente rediseñó su forma de
enseñar el idioma, y fundó una ONG junto a su hermana gemela, Treisha Thorpe,
para ofrecer a estudiantes-atletas “en riesgo” de todo el mundo, la posibilidad
de utilizar su talento como vehículo para acceder a becas totalmente
financiadas en colegios y universidades de Estados Unidos.
Una vida de lucha por la igualdad
En declaraciones de prensa, Thorpe comentó
las características de sus estudiantes y el impacto del Covid-19 en sus
vidas: “el desafío número uno es lingüístico. Adquirir una nueva lengua
puede llevar unos siete años. Ellos llegan en noveno grado y transitan unos
cuatro años para llegar al doceavo, que es el último nivel. Por eso el desafío
es muy grande. También tenemos otros desafíos, como el nivel de pobreza en sus
comunidades. No entendía realmente cuál era la situación real hasta que llegó
el Covid, cuando constatamos que más de un tercio de nuestros estudiantes tenía
inseguridad alimentaria. A eso se le suma el trauma que muchos arrastran desde
sus lugares de origen, países con conflictos bélicos y derechos vulnerados que
afectan directamente en sus aprendizajes”.
“La pobreza es algo común en todas partes.
Tenemos que luchar constantemente para que los estudiantes de bajos recursos
tengan las mismas oportunidades que los demás alumnos”, concluyó.
Fuente: https://www.sobretiza.com.ar/