Al regreso de Múnich, en el entorno presidencial dicen que "los líderes europeos históricamente hablaron del sur pensando en África, y ahora comienzan a hablar del sur-sur".
El mandatario argentino, convencido de que la salida al conflicto ruso-ucranio debe ser negociada, percibió que los "duros" del G7, como Reino Unido y Estados Unidos, sólo creen en una derrota militar de Vladimir Putin como epílogo del conflicto.
Por Lucas González Monte, Enviado Especial
El presidente Alberto Fernández participó durante el fin de semana en la cumbre del G7 que se desarrolló en Alemania y volvió a la Argentina con la convicción de haber sido escuchado en buena parte de sus planteos, pero también con la preocupación por la postura de algunos líderes europeos, quienes creen que la única salida al conflicto de Ucrania es un triunfo militar de Kiev.
Dentro de la comitiva destacaron especialmente que la Argentina haya sido
invitada al foro de los países más industrializados del mundo ya que "para
el país, es estar donde hay que estar, debatiendo con los actores más
importantes del mundo".
En ese sentido, cerca del Presidente creen que, además, está siendo escuchado
por sus pares y que eso se nota en la forma en los que se tratan los
temas: "Los líderes europeos históricamente hablaron del sur
pensando en África, ahora comienzan a hablar del sur-sur, y eso es, en
buena medida, lo que viene diciéndoles Fernández", plantean.
El lunes por la tarde, durante una conferencia de prensa brindada en el
castillo de Elmau, el jefe de Estado ya había manifestado su satisfacción por haber
llevado al G7 "la voz del continente" latinoamericano y
conseguir que ese foro invite a otros líderes del sur global para debatir sobre
el futuro del mundo.
Sin embargo, Fernández vuelve a la Casa Rosada con preocupación:
aunque cree que la salida al conflicto ruso-ucranio debe ser negociada y
comenzó a encontrar algunos ecos a esa propuesta en líderes europeos, en el G7
aún prima la posición de los "duros" que sólo creen en una derrota
militar de Vladimir Putin como epílogo del conflicto.
Fuentes de extrema confianza presidencial pusieron como ejemplo la reunión
bilateral con el británico Boris Johnson, quien le dijo a Fernández que
escuchaba con atención su idea de una salida negociada, pero que él
creía que la única manera de terminar era armar a Ucrania.
La diplomacia argentina piensa que esa postura es la que mantienen Londres y Washington, pero que, en cambio, Francia y Alemania no piensan lo mismo ya que tienen una guerra a 1000 kilómetros de sus fronteras y es un pasado al que no quieren volver.
Aunque el presidente argentino tuvo una agenda cargada de bilaterales,
trascendió que dedicó mucho del tiempo no formal para dialogar con
Emmanuel Macron, afianzando la sintonía manifiesta entre los líderes de la
Casa Rosada y el Palacio del Eliseo. El mandatario francés ya comienza a
hablar de otro tipo de resolución para el conflicto bélico y señala una
"salida sin humillaciones".
En esa idea de Macron, Fernández también siente que, de alguna manera, hay
un eco de la posición que la Argentina impulsa para no excluir a Rusia de los
foros internacionales.
El Presidente también expuso el problema de la arquitectura financiera mundial,
los sobrecargos y los Derechos Especiales de Giro: "No fui el
único que habló de deuda", dijo ayer en conferencia de prensa.
Además, pudo cruzarse con la titular del Fondo Monetario Internacional,
Kristalina Giorgieva, y Fernández comentó que durante ese breve diálogo, la
economista se comprometió a reavivar el debate sobre el financiamiento
pospandémico y los sobrecargos en el organismo multilateral de crédito.
El
encuentro con el primer ministro británico. (Foto: Presidencia)
Quizá el punto más destacado se lo lleva la bilateral mantenida
pedida por el Reino Unido: "Se habló de la guerra, del potencial de
Argentina, pero lo importante es que se 'remalvinizó' la relación. Se dio
vuelta la página de la diplomacia macrista. El presidente fue claro en que no
podremos avanzar en muchas cosas hasta que no haya negociación por la soberanía
de las islas", comentaban fuentes del Palacio San Martín.
Finalmente, este martes se conoció que el Presidente dialogó con el
asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien le
agradeció la presencia argentina en la cumbre de Los Ángeles.
El funcionario estadounidense habría valorado especialmente las críticas que
Fernández para con la administración de Donald Trump y le aseguró que estaba
todo ordenado para la visita que el mandatario realizará el 25 de este
mes a la Casa Blanca, incluyendo en la agenda algunos temas planteados por
la Casa Rosada.