La Policía tucumana secuestró armas de caza durante controles desarrollados en Simoca.
Efectivizando la política de evitar la caza furtiva, en las zonas rurales de Tucumán, efectivos de la División Delitos Rurales y Ambientales N°5 Oeste, tras controles en las rutas, secuestraron un automóvil y tres armas de fuego en el paraje conocido como Ampata.
Pasada las 19 horas del último martes, un equipo de la Unidad que
desplegaba controles vehiculares preventivos en la localidad de Atahona, detuvo
la marcha de un automóvil en el que circulaban dos hombres.
En la inspección, los efectivos hallaron en el interior del rodado, dos
escopetas. Las sospechas de cacería furtiva fueron confirmadas cuando
encontraron un animal faenado en la caja del vehículo.
En Tucumán, la cacería de especies
silvestres en peligro de extinción, está
prohibida por lo que los uniformados procedieron al traslado de las armas de
fuego, los 17 proyectiles y el automóvil a la base de la Unidad Especial, dado
que los implicados carecían de documentación habilitante.
Desde la dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos de la Provincia, a
cargo de Liliana Fortini, se convalidó el procedimiento y se
determinó que los elementos incautados queden en calidad de depósito.
El procedimiento estuvo supervisado por el director General de Delitos
Rurales y Ambientales, comisario mayor, Luis Castaño.