Se trata de una historia que reúne el amor y el dolor, factores que incidieron en la sentencia de Mariana Josefina Rey Galindo, del juzgado de Familia y Sucesiones del Centro Judicial Monteros en Tucumán.
Con un salomónico fallo, la jueza de familia resolvió la
situación de un niño que no había sido reconocido por su padre. Sin embargo, el
abuelo paterno sí lo reconoció como nieto y le dio el apellido.
La acción fue
respaldada por la jueza quien después de entrevistarse con el grupo familiar,
decidió que Tomy (el seudónimo del niño) lleve el apellido de su abuelo. La
funcionaria judicial entendió que con esa acción, el nene puede construir un
lazo afectivo pese a que el padre del chico nunca reconoció su paternidad.
La
presentación se realizó tras la muerte del J.R. Ge, padre del menor.
La magistrada entendió que “no se trataba de una filiación
póstuma, sino de un proceso voluntario y no contencioso, en el que se conjugan
como elementos constitutivos de la identidad, la inscripción genealógica y el amor, unidos al
derecho primordial a la ancestralidad”.
Trazando un
paralelismo con “Coco”, la película animada que narra la historia de un niño
que busca en su pasión por la música desentrañar sus orígenes y reencontrarse
con sus ancestros, la jueza vio en este abuelo y su nieto a dos personas que
-unidas por el amor- buscaban en los tribunales el reconocimiento legal de este
vínculo.
Tanto la madre del niño y Kike Ge, el abuelo,
presentaron muestras de ADN, que establecieron el nexo biológico entre Kike y
Tomy. En ese sentido, Rey Galindo explicó que “el principal objetivo es que
Tomy se sintiera 100% Ge”, o sea, reconocido jurídicamente como parte de su
familia paterna.
La sentencia
fue acompañada por un breve video en el que la jueza le explica a Tomy el por
qué de su decisión. “¡Hola, Tomy! Soy Mariana, la jueza, y te voy a acompañar
en este viajecito al pasado tuyo y de tu abuelito”, fue el mensaje de la
magistrada, quien de ese modo logró reconstruir toda la historia.
Cuando el
nene nació, en 2019, la pareja de la madre lo anotó como su hijo. Pero en
septiembre de 2020, antes de morir, la mujer le contó que el menor era fruto de
otra relación. Ignacio, padre biológico, demandó entonces el reconocimiento
filiatorio. Ante el tribunal, dijo haber tenido una relación sentimental con la
mujer, contó que luego se separaron y, un año después, ella le dijo que el hijo
podía ser suyo. Hicieron un ADN y dio positivo. Unas semanas más tarde, la mamá
falleció.
Otro caso, en Salta
EN esta caso, una jueza citó a Harry Potter en un fallo a favor de dos papás:
la nueva familia de un bebé de Salta
En Orán,
Salta, una jueza habilitó la inscripción de un nene como hijo de dos hombres:
el papá biológico y el concubino de la mamá. Es uno de los pocos casos de
triple filiación reconocidos por la Justicia en la Argentina. La autora de la
sentencia fue Ana María Carriquiry, titular del Juzgado de Primera Instancia en
lo Civil de Personas y Familia Nº 2.
En una
entrevista con la televisión –TN-- la jueza sostuvo: “Tenemos que buscar las
distintas formas de familia, ya no hay un solo modelo, y nosotros como jueces
lo tenemos que aplicar”. Carraquiry explicó que lo más simple hubiese sido
darle el nene a su padre biológico, pero que el rol de los jueces debe ser
“humanizar el derecho”.
Fuente: https://noticiasnqn.com.ar/