"Teníamos miedo de que se interrumpiera la democracia como en otras ocasiones y que volvieran los golpes militares", expresó el embajador argentino en España.
El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, recordó el levantamiento carapintada que en la Semana Santa de 1987 desafió a la autoridad de su padre, el expresidente Raúl Alfonsín, y puso en vilo a la democracia argentina, a la vez que consideró que esa situación se resolvió gracias al "apoyo de toda la fuerza política y del conjunto de la sociedad".
"Teníamos miedo de que se interrumpiera la democracia como en otras
ocasiones y que volvieran los golpes militares", expresó Alfonsín en
declaraciones al Destape Radio y dijo que "gracias a Dios se pudieron
resolver las cosas con el apoyo de toda la fuerza política y el conjunto de la
sociedad; y continuamos hoy con el período de la historia más larga desde el
punto de vista de las instituciones democráticas".
También recodó la frase, ahora histórica, que pronunció su padre cuando se dio
por terminada la rebelión y señaló: "La casa está en orden, felices
pascuas".
Sostuvo que "no era para decir 'felices pascuas'" y afirmó que
Argentina corría el riesgo de que "se interrumpieran las instituciones de
la democracia, que volviéramos a los golpes militares, que asesinaran al
presidente de la República o que lo secuestraran, que se enfrentara un sector
del ejército con el otro".
Al rememorar la frase de su padre, advirtió que "nunca está en orden la
casa" debido a que "nunca las cosas se solucionan definitivamente ni
en lo económico, ni en lo político, ni en lo social".
Consultado sobre asuntos de actualidad, el embajador consideró "el
gobierno está sufriendo una gran incomprensión" y resaltó "las
dificultades económicas terribles" que tuvo que enfrentar "antes de
la pandemia" y subrayó que luego de la crisis sanitaria "las cosas se
complicaron muchísimo más".
En esa línea, manifestó que "las decisiones no dan resultados
inmediatamente, hay que hacer un esfuerzo grande para informar a la gente, para
que la opinión pública no se confunda y no crea que (el gobierno) va a resolver
una situación difícil heredada, más la pandemia y la guerra, con políticas como
las que se aplicaron del 2015 al 2019".
"¿La oposición qué quiere?.¿Que hubiera crecido la economía en este contexto,
que hubieran crecido las inversiones?", ironizó.
Asimismo, recordó que no pertenece al "partido del gobierno" y que
sigue "manteniendo las convicciones radicales" más allá de las
"muchas diferencias" que lo distancian "de lo que están haciendo
los dirigentes" de la UCR.
"El radicalismo se ha aliado en 2015 con una fuerza de derecha,
neoliberal. Para mi punto de vista, la alianza con el PRO es contra
natura", expresó y aseguró que Raúl "Alfonsín jamás hubiera trabajado
para esa alianza".
Fuente: Telam