En una "entrevista exclusiva" con el programa "Desiguales", que conducen los periodista Luli Trujillo y Pablo Caruso, Alberto Fernández se refirió a cuestiones económicas, políticas y sociales de su gestión del Gobierno.
El presidente Alberto Fernández advirtió este domingo que hay "diablos que
aumentan los precios y hay que hacerlos entrar en razón para que entiendan que
tener una especie de oligopolio no los autoriza" a remarcar, y volvió a
reivindicar el acuerdo con el FMI, el cual, dijo, "a algunos les gusta
más, a otros menos" pero "está terminado" y es "una
ficción, una mentira" la posibilidad de otro arreglo.
Fernández afirmó que la Argentina "tiene un montón de problemas,
no solo con el Fondo Monetario, pero con el acuerdo hemos logrado sacar un
problema que es la angustia de pagar 19 mil millones de dólares" de
la deuda externa en lo inmediato, y volvió a sostener que su Gobierno está "resolviendo
un problema que no generamos, que Argentina tuvo que hacerse cargo",
aludiendo al empréstito tomado por el expresidente Mauricio Macri.
También aseguró que "no voy a hacer nada para que el Frente de
Todos se quiebre" y dijo que en la coalición oficialista
"hay una clara vocación de que no se rompa".
"Podemos tener diferencias, pero es un tema que nosotros sabremos
resolver; estoy seguro de que nadie quiere romper nada. Hay una clara
vocación de que esto no se rompa. Veo una tarea insidiosa de quebrarnos, 'que
Alberto dijo tal cosa, que Cristina dijo tal cosa', pero mi preocupación ahora
es me saqué la soga del cuello (del FMI) y tenemos que ponernos a
caminar", expresó el Presidente.
En una entrevista con periodistas de la TV Pública, el primer mandatario
también aseveró que "hay un sector del campo que ha tomado una posición
político- partidaria" que se opone a las medidas del Gobierno
para el sector, como el aumento de retenciones en algunos productos.
Además, reiteró que los planes sociales "tienen que convertirse en
trabajo" pero aclaró que debe ser "trabajo formal", ya que
"tenemos que recuperar la cultura del trabajo, pero el trabajo formal. La
mayoría (de los que reciben planes) trabaja, pero en la informalidad".
En ese sentido, sostuvo que "hace falta que un mayor número de
trabajadores de la economía popular pase a la formalidad, pero hay que
darle un marco regulatorio para desarrollarse con un mínimo de seguridad".
Consultado por la inflación, sus causas y sus responsables, Fernández
admitió que es un tema complejo y que quiere "quedar bien con Dios y con
el diablo", pero alertó que hay "diablos que aumentan los precios y
hay que hacerlos entrar en razón".
Consideró que hay "una inflación autoconstruida que tiene mucho que ver el
modo en que se concentra la producción de alimentos; hay que llamarlos a la
reflexión para que ellos (los empresarios) entiendan que el hecho de que tengan
una especie de oligopolio no los autoriza a subir los precios".
Sobre las tarifas, ratificó que "acordamos que no pueden aumentar más del
80% del coeficiente de variación salarial, y para los que tienen tarifa social
no más de 40%".
Añadió que "queremos terminar con lo más ineficiente que es
subsidiar al más rico. Por eso el primer decil (de la sociedad) termina de
recibir subsidios".
En cuanto a los servicios, sostuvo que el Gobierno "está haciendo todo lo
necesario para garantizar la provisión de gas" en la próxima temporada
invernal.
Al abordar el tema de la deuda externa, el Presidente afirmó que "es una
ficción, una mentira" que se diga que había otra posibilidad de acuerdo
con el FMI.
"Tuvimos un acuerdo que la ortodoxia del Fondo no aceptaba, dijimos no
vamos a hacer ningún ajuste; fue una pelea muy dura, fue un acuerdo inusual,
por eso no sabíamos hasta último momento como iba a votar" el
directorio del Fondo.
Además, "tenía que haber de parte del FMI un reconocimiento de que
hicieron algo que estaba mal", añadió Fernández.
En este punto, enfatizó que a su criterio el tema del acuerdo con el FMI y los
debates internos en el oficialismo "está terminado"; y afirmó que
"a algunos les gusta más, a otros les gusta menos" ese convenio,
"pero hay que seguir adelante". Y sentenció que "cuando dicen
que fui blando, no hubo nada blando".
"Estoy seguro de que nadie quería el default en el Frente de
Todos", dijo el Presidente, y sentenció que "los argentinos me
votaron para que decida y el tema está terminado", aunque
"algunos crean legítimamente que se podría haber hecho un mejor
acuerdo".
"No hice nada heroico, hice lo que tenía que hacer como negociador. A mí
me votaron para gobernar", amplió.
Además, reafirmando su mensaje de unidad en el FdT, dijo que "comparte
totalmente la idea" de la vicepresidenta Cristina Kirchner "de buscar
un gran acuerdo, un contrato social".
Añadió que las cuestiones sobre las internas en el Frente de Todos "son
debates que se ponen más en los medios que en la gente, que está preocupada por
la inflación y los problemas económicos".
Acerca de Aerolíneas Argentinas y las críticas de algunos sectores políticos
opositores, afirmó que mientras sea jefe de Estado "voy a hacer
todo lo posible para el crecimiento" de la compañía aérea de bandera como
empresa pública, ya que "las líneas privadas van a los lugares turísticos
rentables pero no a otros puntos" del país.
Aerolíneas "nos cuesta, habrá que mejorar su eficiencia", dijo
Fernández, pero advirtió que "Alitalia, Lufthansa, cayeron por la
pandemia" y la empresa local se mantuvo en funcionamiento.
"Mientras yo sea Presidente voy a hacer todo lo posible por el crecimiento
de Aerolíneas Argentinas", enfatizó.
Y también se pronunció en favor de las elecciones primarias PASO, de las cuales
dijo que "son algo saludable" porque "es bueno que la gente
elija a sus candidatos" a través de ese mecanismo. Además elogió el
sistema de referéndum, como el que se realiza en Uruguay.
Justamente hoy se
efectúa uno en ese país para consultar a la ciudadanía si se mantiene o no un
paquete de reformas impulsadas por el presidente Luis Lacalle Pou.
Fuente: Telam