El Gobierno nacional tomó la decisión de
cerrar “hasta nuevo aviso” el registro de las ventas al exterior de harina y aceites de
soja. El precio de los alimentos, tanto a nivel local como internacional,
creció considerablemente en los últimos meses.
La resolución
fue comunicada esta tarde mediante un documento firmado por el Javier Preciado Patiño, subsecretario de Mercados Agropecuarios del Ministerio
de Agricultura, en la cual se expresa que “habiendo recibido las
correspondientes instrucciones del señor Ministro de Agricultura, Ganadería y
Pesca” se pone “en conocimiento del Sector Exportador” que la comercialización
hacia el exterior de un determinado grupo de productos agropecuarios “quedará
suspendida a todos sus efectos”.
Durante
su viaje a Estados Unidos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, manifestó en una
conferencia su preocupación sobre el alza de los precios internacionales
producto de la suba de los alimentos y del combustible, una situación que
comenzó el año pasado en plena pandemia y que se vio agravada por la invasión
de Rusia a Ucrania, dos de los principales productores de gas, petróleo y
cereales.
Lo que está
ocurriendo, dijo Guzmán, es que "a nivel geopolítico está provocando un
shock de términos de intercambio positivo, en el sentido de que los commodities que
exporta nuestra región, que exporta Argentina, aumentaron sus precios
relativos. Eso es bueno para la estabilidad de la balanza de pagos, pero
también ejerce presión sobre la inflación".
En
ese sentido, consideró que "es un shock que tiene consecuencias
distributivas que son bastante delicadas y necesitan ser abordadas”.
La aceleración del precio internacional del trigo, que llegó a
superar los US$ 400 desde el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania
--países que representan casi el 29% de las exportaciones mundiales del cereal--,
generó también tensiones en el precio de la bolsa de harina de trigo 000 que
venden los molinos a las panaderías.
En
declaraciones radiales, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, recordó
que a mediados de febrero "acordamos con los panaderos y molineros el
precio del pan francés en un rango de $ 220 a $ 260 el kilo con una bolsa de
harina a $ 1.300", y que "ese acuerdo se está resquebrajando".
"Hoy el fideicomiso para asegurar el precio de la harina y fideos con 800.000 toneladas de trigo es insuficiente con esta suba de precios", remarcó el secretario.