Según los especialistas y los funcionarios encargados de la protección de los menores, hay una estructura burocrática que hace que muchas veces la denuncia no se encaminea o se confunda el maltrato con una práctica de crianza.
Por Claudio Campanari
Los distintos tipos de violencias a los que son sometidos los niños no son detectadas a tiempo por los sistemas de protección existentes en cada provincia a raíz del ocultamiento de las pruebas físicas por parte de sus familiares o por "errores" ante las situaciones de alarma que deben despertar en los efectores de salud o escolares, quienes "naturalizan y confunden" una situación de violencia con una práctica de crianza", consideraron especialistas.
En los últimos años y a raíz de la difusión de distintas líneas telefónicas y
canales de Whatsapp, son los niños quienes "se animan" a
denunciar los abusos y el maltrato a que son sometidos, aunque en
muchas ocasiones las "prácticas burocráticas y la invisibilización"
de sus derechos en ciertos sectores de la Justicia, hace que el Estado llegue
tarde para protegerlos.
La Ley 26.061 sancionada en el 2005 que derogó el viejo Patronato
de la Infancia vigente desde 1919, estableció un sistema de protección a la
niñez en el que instruye a toda persona a denunciar cualquier situación de
maltrato físico o abuso y, en este sentido, los médicos y las docentes se
convirtieron en los principales detectores de esta alarmas.
Luego cada provincia adoptó para su territorio una ley de protección similar y
la obligación de denunciar situaciones de maltrato se extendió para todo
funcionario de la administración pública
Marisa Graham, Defensora Nacional de los Derechos de los Niños, Niñas y
Adolescentes, dijo a Télam que "el Estado no puede actuar
cuando no hay denuncia, es imposible que se haga un monitoreo en cada familia
para detectar casos de violencia intrafamiliar, pero son los efectores de salud
y la escuela, la que deben estar atentos".
Explicó que en la reciente muerte del niño Lucio Dupuy, de cinco años, en La
Pampa, "es raro que no haya surgido la alarma de la escuela o del
hospital" y apuntó en este caso a una reunión que mantendrá en el Consejo
Federal de Salud para agilizar estos mecanismos de detección en los hospitales.
"La violencia contra los niños esta invisibilizada por un lado y
naturalizada por otro", destacó Graham y agregó que hay que
preguntarse "que esta pasando en el mundo adulto que avasalla los cuerpos
de tal manera" y destacó que llegan cada vez más casos "de abuso
intrafamiliar, de incesto".
Y agregó: "Así como las mujeres conseguimos que haya más
conciencia social sobre nuestros cuerpos todavía no lo hemos conseguido sobre
los niños, posiblemente porque los niños no marchan".
Muchos madres o padres nos dicen que "no ejercen violencia sobre sus
hijos, cuando los zamarrean o les pegan una bofetada o los insultan, nos dicen
que no los pueden corregir sin esa práctica, Son microviolencias que se ejercen
como algo cultural".
Una marcha contra el maltrato
infantil realizada en la
ciudad
de Córdoba.
En números
Entre los meses de octubre de 2020 y septiembre de 2021, las consultas
recibidas por el Programa "Las Víctimas contra las Violencias" del
Ministerio de Justicia a través de la Línea Nacional 137 y la línea de
WhatsApp, fueron 15.118, para un total de 20.520
víctimas (pueden existir más de una víctima por consulta), de las cuales 9.989
fueron niños, niñas y adolescentes.
En la cuarentena los llamados a la línea 137 por violencias intra familiares
y/o sexuales aumentaron un 20% respecto al mismo período de 2019.
La cantidad total de niñas
y niños que sufrieron estos tipos de violencias se incrementó un 23%, mientras que hubo un aumento del 28% en violencia familiar y del
13% en violencia sexual.
Pilar Molina, secretaria General de Gestión
del Ministerio Público Tutelar porteño, dijo que "hay una estructura burocrática que hace
que muchas veces la gente siga las recomendaciones y la denuncia no se
encamina. No basta con
difundir canales de denuncia, hay que ir a la raíz de la violencia para no
tener más casos como el de Lucio"
"Hay que ir a buscar a las niñas y niños que son hijas/os de madres
víctimas de violencia de género, los chicos también sufren violencia. Un niño
que esta en una dinámica violenta en su familia, en su adultez tenderá a seguir
los parámetros violentos" , dijo Molina.
Indicó que este circuito de
retroalimentación de las violencias "se muestra con el hecho de que el 61%
de los padres que van a los talleres son hijos de padres violentos" y
consideró a la escuela y a los hospitales como "los grandes
detectores" de casos aunque "si no fortalecemos esos apoyos y nos
dedicamos a abordar solo los casos más graves no vamos a llegar a tiempo en
casos como el de Lucio".
En tanto, para el abogado Juan
Pablo Gallego, consultor internacional por Unicef y autor del Libro
Niñez Maltratada y Violencia de Género, "la espantosa muerte de Lucio pone
de manifiesto la ausencia de controles y la desidia judicial en materia de
niñez, tratando al niño como mero objeto de medidas, desconociendo su condición
de sujetos de derechos y la necesidad de su protección especial".
"Aún cuando se dictan leyes
protectorias, no siempre se aplican en los términos que la Convención de
Derechos del Niño lo impone", destacó.,
Por su parte, el titular de la
Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual de
Niñas y Adolescentes, Aldo de la Fuente, dijo que a la
Justicia "llegan las denuncias de abuso en su mayoría desde los
interlocutores de los chicos, padre, madre, su actividad escolar, o club y allí
se investiga".
"Pero los niños ya vienen instruidos de estos temas en sus casas o en los
colegios a través de la ESI, donde los chicos les comentan a su profesor qué es
lo que les esta pasando. Aunque
no haya indicios al niño se lo escucha, solo el 2% de las causas de abuso el
niño esta inducido a decir que fue abusado", indicó.
El fiscal destacó que en pandemia bajaron en un 50% las denuncias y en un 40%
los casos debido a que los niños estaban obligados a convivir con su agresor y
destacó que la medida en que se fueron liberando las restricciones ya se
retomaron los niveles de casos prepandemia.
Fuente: Telam