Comienza el calor y los mosquitos acechan: es hora de volver a hablar de este tema.
Un informe del CONICET publicado en la revista especializada Scientific
data demostró que el mosquito transmisor del virus se expande en zonas
templadas del país.
“Tenemos que saber que somos las personas los que generamos los cambios ambientales que permiten que los mosquitos se reproduzcan. El dengue es un desorden ambiental que afecta nuestra salud y está en nuestras manos prevenir. El virus dengue necesita del mosquito para poder circular; podemos hacer algo para evitar la enfermedad”, señaló la doctora Elizabet Estallo, que dirigió la investigación en la Universidad Nacional de Córdoba.
Con la temporada veraniega, la reaparición de los mosquitos vuelve al
centro de la escena, con ella el dengue.
Si bien desde finales del otoño las hembras del mosquito ponen huevos, éstos quedan pegados en los recipientes hasta la temporada en que empiezan las lluvias, luego al ser cubiertos por el agua almacenada en los cacharros, comienza el ciclo de la vida con la eclosión de larvas. Por eso, para evitar los brotes de la enfermedad es central trabajar en medidas de prevención a lo largo de todo el año.
Los casos de dengue se cuadruplicaron en
comparación con los registrados en 2016.
Según los especialistas, una de las razones de ese aumento, es que aun a pesar del cierre de fronteras debido a la pandemia de COVID-19, ya había ingresado el virus y con el confinamiento las personas estuvieron mucho más tiempo en contacto con los mosquitos transmisores que se criaron en los cacharros y agua de sus patios, balcones, jardines, etc.
Otra de las razones es que Argentina tiene condiciones climáticas ambientales adecuadas para la proliferación del mosquito aedes aegypti en la zona central, que es un área templada, y a partir de allí su presencia puede extenderse sin inconveniente por todo el país.
La investigación desarrollada por el CONICET detectó que antes de 2009 la transmisión del dengue se limitaba a provincias del norte del país con climas subtropicales, pero luego comenzaron a detectarse casos en varias provincias con climas templados.
La doctora Elizabet Estallo, que integró el equipo multidisciplinario del
Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas que desarrolla su
trabajo en la Universidad Nacional de Córdoba, remarca que la presencia, la
distribución y la abundancia, no solamente del mosquito sino de los patógenos
que estos transmiten están condicionadas por el ambiente. En la entrevista con
Horacio Solá para Fundación Medifé, detalló cómo el cambio climático, el
ingreso del virus y la circulación viral están vinculados a la problemática
ambiental.
“Cuando las personas viajamos a países tropicales o subtropicales donde hay
circulación del virus dengue, podemos enfermarnos y regresar enfermos portando
el virus. Ese virus puede ser transmitido de humano a mosquito, cuando uno sano
nos pica, y este, enferma. De ahí en adelante contagiará a toda persona que
pique. Por lo tanto, somos nosotros -con nuestros traslados- quienes generamos
cambios sobre la naturaleza”, enfatizó la Dra. Estallo.
El virus Dengue puede ser transmitido de humano a
mosquito. Cuando un mosquito sano pica a un humano contagiado, ese mosquito,
enferma. De ahí en adelante, ese mosquito enfermo de dengue, contagiará a toda
persona que pique.
Actualmente ya es claro que los desplazamientos, son cambios ambientales, y que
de todos ellos la responsabilidad, es
humana. Por lo tanto, lo es también en el caso del virus dengue y su
reproducción a través del mosquito aedes aegypti.
“El dengue es un desorden ambiental, y ese desorden ambiental afecta
nuestra salud, y está en nuestras manos el poder hacer una prevención para
evitar que el mosquito se siga reproduciendo, porque sin él no habrá virus
dengue”, subrayó la especialista.
Si bien los cambios ambientales que determinan el aumento de la temperatura no
son sencillos de realizar e implican cuestiones geopolíticas, sí es fácil
atender a que no se generen sitios propicios para la proliferación del
mosquito. “Es una problemática
socioambiental, donde nosotros, como seres humanos, somos los principales
agentes de cambio cuando podemos evitar la reproducción del vector, el mosquito”,
alertó.
Acerca de la prevención, la Dra. Estallo mencionó la necesidad de no esperar el
calor y comenzar durante el invierno: “ en ese período hay que limpiar espacios
públicos, patios, jardines y eliminar
todo tipo de recipiente artificial que pueda contener huevos de aedes
aegypti de la temporada anterior porque
el huevo tolera la desecación”.
Esos huevos esperan pacientes la llegada de estaciones lluviosas a fin de
recomenzar el ciclo vital.
Además, Estallo valoró: “Necesitamos entender que esto nos afecta a todos, y que está a nuestro alcance tomar medidas de prevención, evitando justamente criar mosquitos en nuestro contexto”.
Fuente: Fundación Medifé
Gráfico: https://notiwiener.net/2020/06/dengue/