Hepatitis virales, alcoholismo, hígado graso, diabetes y obesidad son los principales responsables de la enfermedad hepática avanzada, que se vincula con el desarrollo de este tipo de cáncer. El diagnóstico temprano impacta en la posibilidad de un mejor pronóstico en términos de supervivencia, aunque actualmente suele detectarse este tipo de tumores en estadios avanzados.
Sólo se tiene un hígado y es un órgano sin el cual no se
puede vivir. Este cumple más de 200 funciones importantes, como el filtrado de
la sangre y la producción de bilis. Es
el único órgano que puede volver a crecer, regenerándose completamente,
necesitando tan sólo un cuarto de su tejido original para lograrlo. Contiene
mucha sangre; por momentos, hasta el 10% del total circulante. Por todo esto, los especialistas destacan
la importancia de prevenir el desarrollo de enfermedades hepáticas graves,
por ejemplo, de fibrosis avanzada, que puede favorecer la génesis del
hepatocarcinoma, el tipo de tumor hepático más frecuente.
Este
30 de octubre es el Día Mundial contra el Cáncer de Hígado
Y los expertos aprovecharon para concientizar sobre los
principales factores que pueden favorecer la aparición de enfermedad oncológica
en este órgano, así como también de la necesidad de realizar estudios de
cribado en la subpoblación de personas con enfermedad hepática avanzada.
Dentro de los factores de riesgo más vinculados al
desarrollo de este tumor, resulta vital destacar al hígado graso, frecuentemente asociado a obesidad, diabetes y a los
hábitos de estilo de vida, el alcoholismo, y la presencia de hepatitis virales
crónicas.
Las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud
muestran que hay más de 900 mil nuevos
casos de cáncer hepático por año [9] y la mayoría de las veces se detectan
en estadio avanzado, cuando su abordaje es más complejo y su pronóstico más
delicado.
En Argentina, a pesar de que no contamos con registros
robustos de incidencia de cáncer, a partir de estadísticas internacionales se
calcula que hay más de 2.300 casos por
año, lo que se traduce en cerca de 6 nuevos diagnósticos cada día1. Además,
preocupa a nivel mundial la estimación de que la cantidad de diagnósticos
anuales crecerá un 75% para el año 20302.
“El incremento de casos de cáncer de hígado es una
realidad en Argentina y en el mundo. Es una enfermedad oncológica muy asociada
al estilo de vida, lo que la transforma en sumamente prevenible si se abordan a
tiempo sus factores de riesgo, que son la diabetes, la obesidad y el
sedentarismo, que ocasionan hígado graso, además del alcoholismo y las
hepatitis virales”, sostuvo el Dr. Fernando Cairo (MN N° 104.375), médico
hepatólogo, Subjefe de Trasplante Hepático del Hospital de Alta Complejidad en
red ‘El Cruce’ Dr. Néstor Carlos Kirchner, Staff de la Unidad de Trasplante
Hepático del Hospital Británico de Buenos Aires, ex presidente de la Sociedad
Argentina de Hepatología y presidente del XXI Congreso Argentino de
Hepatología.
“Llevar un estilo de vida saludable es clave para
prevenir esta enfermedad, así como también lo son tener completo el esquema de
vacunación contra la hepatitis B (primera vacuna contra el cáncer de hígado) y
realizarse los tests de hepatitis B y C al menos una vez en la vida para
descartar que la persona porte algunos de estos virus, que van dañando el
órgano lentamente sin dar síntomas, y pueden favorecer el desarrollo de
cirrosis y cáncer de hígado”, sostuvo el Dr. Ezequiel Mauro (MN N° 129.769),
médico hepatólogo de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del
Hospital Italiano de Bs. As, y Director de la Coordinación de Hepatitis Virales
del Ministerio de Salud de la Nación.
“La incorporación de la vacuna contra la hepatitis B en
el calendario de nacional de inmunizaciones y la disponibilidad de tratamientos
seguros y altamente efectivos contra las hepatitis virales hizo disminuir la
incidencia de este tipo de enfermedades como desencadenantes de cáncer
hepático, pero el incremento sostenido de las tasas de sobrepeso y obesidad,
reflejadas en cada nueva Encuesta Nacional de Factores de Riesgo anticipan que
el principal causante del cáncer de hígado sea el hígado graso (no alcohólico)
y no las hepatitis crónicas”, puntualizó el Dr. Mauro.
De todos modos, para favorecer un diagnóstico a tiempo,
es importante destacar que, en línea con los factores de riesgo mencionados
previamente, existen determinados grupos con mayores chances de desarrollar
cáncer de hígado y son aquellos, por ejemplo, con enfermedad hepática previa,
como una hepatitis viral y/o cirrosis. Con ese grupo, el equipo médico tratante
debe llevar un seguimiento periódico para realizar determinados estudios que
permitan detectar lo antes posible el desarrollo de enfermedad oncológica”,
agregó el Dr. Cairo.
“Es muy importante la confianza lograda entre el paciente
y su médico. Es clave para que, en ese diálogo entre ambos, el paciente se
convenza de los beneficios de seguir controlando periódicamente su salud
hepática, a pesar de sentirse bien y de haber curado su hepatitis o haber
bajado de peso y haber mejorado otros parámetros de salud. En los grupos de
pacientes, insistimos mucho en que el camino es largo y hay que transitarlo
para que una enfermedad como el cáncer no nos sorprenda tarde”, sostuvo Rubén Cantelmi, Presidente de la Asociación
Civil Buena Vida.
En la misma línea, María
Eugenia de Feo, Presidente de la Fundación HCV Sin Fronteras, hizo hincapié
en que el seguimiento médico debe ser bien estrecho en los pacientes que
representan grupos en riesgo, para no darle ventaja a esta enfermedad. Además,
“es indispensable trabajar para lograr un mejor acceso al Sistema de Salud,
para que quienes atraviesan una enfermedad hepática, y se encuentran en mayor
vulnerabilidad por ello, puedan acceder en tiempo y forma a los controles
periódicos y lo que sus médicos consideren que necesitan para cuidar su salud”,
sostuvo.
Cuanto antes se diagnostique el cáncer de hígado, mejores
serán las chances de tratar e inclusive de lograr curar la enfermedad: las
opciones para las distintas etapas de tratamiento son cirugía, ablación por
radiofrecuencia, trasplante hepático, quimioembolización transarterial
(introducción de un catéter para restringir el suministro de sangre que nutre
al tumor), radioterapia interna por embolización, quimioterapia y se destaca el
uso de inmunoterapia como un nuevo estándar de tratamiento para este tumor.
Valeria Mercado, Directora Ejecutiva de la Fundación
Sayani, organización referente de las personas con enfermedades hepáticas en
Jujuy, el NOA y a nivel nacional, concluyó remarcando la necesidad de conversar
sobre la salud del hígado con nuestro médico de cabecera, aun cuando la persona
considere que no integra grupos de riesgo, porque “si el médico les solicita algunos estudios sencillos e interconsultas,
se puede cambiar el pronóstico de enfermedades serias, lo que redundará en
vidas más largas y más plenas, acompañadas por un equipo interdisciplinario de
atención, como proponemos desde nuestros inicios en Sayani”.
Fuente: Tucumanhoy.com