Proteger la Lactancia Materna: una responsabilidad compartida. Amamantar es clave para la salud del bebé desde el minuto uno de su nacimiento y para el bienestar físico y emocional de la mamá.
El lema de la OMS este año hace foco en la importancia de ofrecer apoyo a las madres que
amamantan. Es una responsabilidad de toda la sociedad: de la familia, de los
lugares de trabajo, del sistema de salud y de la comunidad.
Es importante crear
una cadena efectiva de apoyo, coordinando esfuerzos donde cada eslabón
contribuya con apoyo continuo para el inicio y mantenimiento de la lactancia.
Una cadena de apoyo que ayude a generar un entorno propicio para la lactancia
materna. Es necesario informar, promover, apoyar, proteger y defender la
lactancia con acciones que involucren a toda la sociedad en su conjunto.
“La leche humana no pierde las propiedades a lo largo del tiempo. El
bebé mayor de un año que toma el pecho obtiene 1/3 de sus necesidades calóricas
y proteicas diarias gracias a la misma, además del aporte de vitaminas y
minerales. También sigue recibiendo sus beneficios inmunológicos, no sólo a
corto plazo, sino que éstos se siguen observando años después del destete: menor
incidencia de enfermedades metabólicas, autoinmunes
y obesidad”, explica la Dra.
Ana Pedraza (MN 42867), jefa de Neonatología de Clínica y Maternidad
Suizo Argentina.
“También ayuda a mejorar el desarrollo emocional y psicosocial: a mayor duración de la
lactancia, mayor es su beneficio potencial. Es fundamental entender que la
lactancia es un proceso que acompaña los distintos momentos evolutivos del
niño. Tanto la madre como su hijo se adaptan a las distintas circunstancias que
se presentan en el desarrollo”, agrega la
profesional.
Claves para un buen amamantamiento
Cuando un bebé
llega al mundo, los primeros meses de vida son fundamentales para la
construcción del vínculo con su madre, la adquisición de hábitos saludables y
el fortalecimiento de todos los órganos del cuerpo. En ello, la lactancia
materna juega un papel fundamental, por eso es importante conocer cuáles son
sus beneficios, así como los derechos de las madres y sus bebés.
Amamantar es un aprendizaje
“Muchas personas creen que el amamantamiento es sólo una cuestión de
decisión personal y que a partir de ahí todo debe darse de una manera natural.
Sin embargo, muchas madres, teniendo la intención expresa de hacerlo, fracasan
por no haber recibido instrucciones precisas. La mayoría desea amamantar y por
tanto necesitan ser ayudadas y respaldadas, más que convencidas”, dice la Dra. Pedraza.
Cómo crear buenas condiciones para dar el pecho
En esta etapa, es primordial el soporte de la familia,
como así también del equipo de salud para evitar todo tipo de inconvenientes.
En este sentido, es muy importante que al momento de alimentar al recién
nacido, la mamá se encuentre cómoda y relajada, ya que la producción de leche
puede ser inhibida por la ansiedad o el miedo. Los expertos aconsejan colocar
al recién nacido en contacto con la piel de la madre inmediatamente después del
alumbramiento. De esta manera, se ayuda a la mujer a reconocer el momento en
que el bebé está listo para ser alimentado y facilitar la primera prendida.
Cuándo es el mejor momento para el destete
Tanto la madre como su hijo se adaptan a las distintas
circunstancias que se presentan en el desarrollo. “El destete ocurre cuando
la madre y/o el niño lo deseen, exceptuando algunas causas específicas que un
profesional médico considere, como una amenaza de aborto o parto prematuro ante
un nuevo embarazo. Cada familia debe tomar decisiones en base a la información
brindada por el profesional”, explica la Dra. Pedraza y
agrega“La mejor estrategia para el destete es que se dé en forma gradual,
consensuada. En caso de que sea una decisión materna, es importante que ésta le
pueda ofrecer al niño diferentes alternativas a la necesidad del contacto que
su hijo establece en el acto de amamantar. Si es el niño quien lo decide, será
la madre quien deba ocuparse de sus pechos y procesar esta decisión de su hijo”.
Cómo sortear complicaciones
Dentro de las complicaciones más frecuentes para la madre durante la
lactancia figuran las grietas y erosiones del pezón debido a una mala
adaptación de la boca del bebé, que se resuelve a medida que avanza el proceso
de lactancia mejorando la técnica de amamantamiento. “A veces, por la
humedad en la zona del pezón, puede aparecer una infección generada por un
hongo (Cándida Albicans), que se trata con antimicóticos locales. Otra
complicación son las mastitis, que deben ser tratadas a tiempo con antibióticos
para evitar que el proceso avance y se forme un absceso, que puede requerir un
drenaje por punción o quirúrgico”, detalla la Dra. Gabriela Candás,
miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y cirujana mastóloga del
Hospital Británico de Buenos Aires.
Fuente: http://mprcomunicacion.com/
Imagen:https://www.eluniverso.com/larevista/