El Estado Islámico (EI) se
atribuyó el doble atentado que provocó una matanza en inmediaciones del
aeropuerto de Kabul, la capital afgana, de acuerdo con un mensaje difundido por
el canal de la milicia extremista en Telegram.
Dos suicidas con explosivos y
hombres armados con fusiles atacaron a una multitud en la entrada de la
terminal aérea, donde en los últimos días se concentra la
evacuación de los que quieren huir del país tras la toma del poder por los
talibanes.
La rama afgana del EI reivindicó el atentado y
precisó que un atacante suicida, a quien identificaron, detonó un chaleco
explosivo entre los afganos y las fuerzas estadounidenses.
Esto coincide con lo relatado por el general Kenneth F. McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, que responsabilizó a la milicia extremista del ataque en el que 12 militares norteamericanos murieron y otros 13 resultaron heridos.
"Nos entristece esta pérdida de vidas y a pesar de estos ataques vamos a
continuar con nuestra misión", aseguró el jefe militar en
referencia a la evacuación de "alrededor de mil estadounidenses" que
Washington aún estima están en el país antes del 31 de agosto, fecha máxima
impuesta por la Casa Blanca para la retirada definitiva del país.
Dos suicidas con explosivos y hombres armados con fusiles atacaron a una
multitud en la entrada del aeropuerto de Kabul, en los últimos días del enorme
puente aéreo que ha atraído a miles de personas que quieren salir de Afganistán
tras la toma del país por los talibanes.
Los
ataques llegaron horas después de que varios países occidentales advirtieran
sobre atentados inminentes en el aeropuerto internacional de la capital afgana
por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que en
Afganistán se ha nutrido de extalibanes con una visión del islam aún más
extremista que la oficial del movimiento afgano.
Funcionarios estadounidenses no identificados citados por varios medios del
país dijeron que los ataques fueron obra de la filial afgana del EI, pero horas
después de las explosiones aún no se tenía noticia de ninguna reivindicación
formal por parte del grupo.
Varios
países habían advertido más temprano de un atentado inminente durante las
últimas horas de evacuaciones de personas que quieren salir de Afganistán por
temor a los talibanes. Foto: AFP.
Los talibanes, que controlan las afueras del aeropuerto, cifraron los muertos en "entre 13 y 20" y los heridos en 52, condenaron los ataques y dijeron que "tuvieron lugar en una zona donde la seguridad está en manos de las fuerzas estadounidenses".
La Cancillería rusa dijo en un comunicado que se trató de un doble atentado suicida.
El vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, dijo por
Twitter que las explosiones también fueron "al menos" dos, una en uno
de los acceso al aeropuerto y otra en un hotel cercano, y más tarde agregó que
varios soldados estadounidenses murieron y varios más resultaron heridos.
La milicia islamista talibán "condena enérgicamente los ataques contra
civiles en el aeropuerto de Kabul", dijo su vocero, Zabihullah Mujahid,
por Twitter.
La cadena de noticias afgana TOLO, citando a testigos, dijo que el estallido en
el acceso al aeropuerto se dio entre la multitud, lo que parece corroborar que
ese fue un ataque suicida.
Un exmilitar británico que presenció el ataque desde un auto en el que llegaba
al aeropuerto de Kabul dijo que vio a uno de los agresores armado con un fusil
AK-47.
"De
repente oímos disparos y nuestro vehículo fue atacado, (y) si nuestro conductor
no hubiera dado la vuelta, habría sido baleado en la cabeza por un hombre con
una AK-47", dijo en un tuit Paul Farthing, que esta semana
fue noticia en el Reino Unido por su intención de evacuar a animales de un
refugio que abrió en Afganistán.
Los ataques son los primeros de su tipo contra civiles afganos y
ciudadanos extranjeros desde que los talibanes reconquistaron el poder en
Afganistán
Los ataques son los primeros de su tipo contra civiles afganos y ciudadanos extranjeros desde que los talibanes reconquistaron el poder en Afganistán al tomar Kabul el 15 de agosto pasado, coronando una vasta ofensiva lanzada en mayo en coincidencia con el inicio de la retirada militar de Estados Unidos, derrotado tras 20 años de guerra.
En la última semana, el aeropuerto de Kabul fue escenario de algunas de las
imágenes más dramáticas del fin de la guerra más larga de Estados Unidos.
Un
vuelo tras otro ha salido de allí para sacar a quienes temen represalias por
haber colaborado o trabajado para las fuerzas extranjeras o que los talibanes
vuelvan a imponer el brutal régimen que caracterizó a su anterior Gobierno
hasta que fue derrocado por una invasión internacional liderada por Estados
Unidos, en 2001.
Los
talibanes han insistido en que todas las tropas extranjeras deben salir de
Afganistán para el 31 de agosto, la fecha fijada por Estados Unidos para
completar su retirada, y que las evacuaciones deben cesar también ese día.
En Washington, el presidente estadounidense, Joe Biden, pasó la mayor parte de
la mañana en la Sala de Situación de la Casa Blanca, donde fue informado de las
explosiones en Kabul y conversó con su equipo de seguridad nacional y con
comandantes militares que están en la capital de Afganistán, informó la Casa
Blanca.
Pese al ataque, el secretario general de la OTAN dijo que seguían
las evacuaciones.
"Condeno firmemente este atentado terrorista horrible (...). Nuestra
prioridad sigue siendo evacuar a la mayor cantidad de personas a un lugar
seguro lo más rápido posible", escribió Jens Stoltenberg en su cuenta de
Twitter.
Lo mismo anunció el primer ministro británico, Boris Johnson, sobre las
evacuaciones del Reino Unido.
La Casa Blanca informó que 101.300 personas fueron evacuadas ya
de Afganistán desde fines de julio, 95.700 de ellas desde la
toma del poder por los talibanes y 5.000 por parte de Estados Unidos en las
últimas 24 horas.
Algunos países, de todo modos, ya habían terminaron con sus evacuaciones y empezado
a retirar a sus soldados y diplomáticos antes de los atentados, y Alemania hizo
lo propio este jueves, anunció su ministra de Defensa, Annegret
Kramp-Karrenbauer.
Horas antes de los atentados, el Reino Unido había dicho que un "ataque
terrorista" podría ocurrir en horas, y Bélgica que había una amenaza de un
"atentado suicida".
Fuente: Telam