El Tribunal Oral Federal de Tucumán impuso penas de hasta once años de prisión a trece integrantes del denominado “Clan Reyna”, una organización narcocriminal que operó en diversos puntos de la capital provincial.
Los acusados formaban parte de una organización que comercializó cocaína y marihuana en diversos puntos de la ciudad de San Miguel de Tucumán entre 2016 y 2018. Se ordenó el decomiso de 1,8 millones de pesos y 700 dólares en efectivo, material tecnológico secuestrado durante los allanamientos realizados en la causa, ocho automóviles y de trece motocicletas.
El
juicio se realizó de manera virtual, con un tribunal integrado por los jueces
Enrique Liljedahl, Jorge Basbus y Mario Martínez.
En representación del Ministerio Público
Fiscal intervinieron el fiscal subrogante ante el Tribunal Oral en lo Criminal
Federal de Tucumán, Pablo Camuña, y la auxiliar fiscal Lucía Doz Costa. En el
marco de las investigaciones se secuestraron cinco kilos de marihuana y 2,3
kilos de cocaína en poder de la organización.
Los fundamentos de la sentencia se darán a
conocer el 5 de julio. A lo largo de setenta horas de debate repartidas en once
audiencias, declararon treinta y seis testigos, y se analizaron más de cuatro
horas de escuchas de intervenciones telefónicas.
En el juicio se comprobó la
existencia de una banda narcocriminal ubicada en el barrio Juan XXIII de San
Miguel de Tucumán, y con ramificaciones en otros puntos de la ciudad, entre
2016 y 2018.
La conducción de esta organización estaba en
manos de Mario Dardo Reyna, Lorena del Valle Herrera y Paola Roxana Juárez, y contaba con
diferentes roles de mando en la estructura, complementarios entre sí. Bajo sus
órdenes e instrucciones, existía una serie de integrantes organizados para la
compra mayorista, la distribución, el fraccionamiento y la venta al menudeo de
estupefacientes. En un último estrato, otros integrantes eran encargados de
coordinar con proveedores que realizaban el transporte y la venta mayorista de
sustancias, y finalmente la tenencia con fines de comercialización y el
comercio de cocaína y marihuana.
Los tres principales acusados fueron
condenados como coautores del delito de organización de comercio de
estupefacientes, con una pena de once años de prisión para Reyna, y de nueve
años y seis meses de prisión para Herrera y Juárez.
En un segundo estrato, siete acusados
recibieron penas por comercio de
estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas. Dentro
de este grupo, la condena fue de ocho años de prisión para Nancy Molina y Francisco
Juárez, siete años de prisión para Pamela
Bravo y Aldana Cabrera, y de
seis años de prisión para Mario Reyna,
Lourdes Salazar y Elena Juárez.
Mercedes
del Valle Juárez y María
Celia Molina fueron sentenciadas a tres años y tres meses de prisión, como
partícipes secundarias al facilitar lugar o elementos para la comisión del
delito de comercialización de estupefacientes, y Juan Enrique Risso Patrón fue condenado a cinco años de prisión por
tenencia con fines de comercialización. Gustavo
Villalba Sosa, Jonatan Krujowski
y Carlos Sosa, tres imputados para
los que el Ministerio Público Fiscal había solicitado penas como partícipes
necesarios, fueron absueltos por aplicación del principio non bis in idem.
En su sentencia, el tribunal mantuvo las prisiones
preventivas ordenadas, y no hizo lugar al pedido de revocación de prisiones
domiciliarias y excarcelaciones que había solicitado el Ministerio Público
Fiscal.
Fuente: https://www.fiscales.gob.ar/