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La doctora Pasquini estudia, entre otras cosas, las transferrinas, proteína conocida por transportar el hierro en la sangre |
Esta mañana el senador Esteban Bullrich,
comunicó que, luego de varios meses de consultas a médicos y de estudios
clínicos, llegó al diagnóstico de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
Desde la UBA y el Conicet se informó que un equipo de científicos investiga la
transferrina, una proteína conocida por transportar al hierro en la sangre,
pero que, además, tendría la capacidad de promover la maduración del Sistema
Nervioso Central. Se trata de una investigación que podría tratar
enfermedades como la que padece el Senador Esteban Bullrich.
El Estudio realizado en la UBA y en Conicet
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Buenos Aires y del CONICET, investiga la transferrina, una proteína conocida por transportar el hierro en la sangre, pero que, además, tendría la capacidad de promover la maduración del Sistema Nervioso Central. Este hallazgo podría convertirse en un tratamiento para algunas enfermedades neurológicas.
Si bien las neuronas parecen ser las únicas protagonistas del
Sistema Nervioso, lo cierto es que es necesaria la intervención de muchas otras
células para que todo se desarrolle con normalidad. Entre ellas están los
oligodendrocitos, un tipo de células gliales que se encargan de producir la
mielina. Esta sustancia conforma una membrana que recubre a la prolongación
neuronal del Sistema Nervioso Central (SNC), también conocido como axón, cuya
tarea es facilitar que el impulso nervioso viaje a través de ella.
Además, estas células fabrican transferrina, una proteína
conocida por trasportar al hierro en la sangre. Pero, como si esto no fuese
trabajo suficiente, un equipo de investigadores del Departamento de Química
Biológica y del Instituto de Química y Fisicoquímica Biológica "Profesor
Alejandro Paladini" (UBA-CONICET) evalúa que esta molécula lleva adelante
otra tarea fundamental.
“Lo que detectamos es que, al aumentar la cantidad de
transferrina, se amplificaba la producción de mielina. Este incremento de la concentración
de mielina indica una mayor maduración del SNC y podría ser útil para tratar
varias enfermedades asociadas a procesos de desmielinización”, explicó Juana
María Pasquini investigadora superior del CONICET.
Una proteína con mucho potencial
Los investigadores trabajan sobre tres modelos de
desmielinización. “El primero - detalló Pasquini-, es sobre la alimentación con
Cuprizona, un tóxico que mata a los oligodendrocitos maduros y asemeja los
efectos de la Esclerosis Múltiple. El segundo es sobre la Leucomalacia
Periventricular, un tipo de lesión cerebral que afecta a los bebés prematuros y
también se da por un proceso de desmielinización. Por último, abordamos los
problemas que surgen en la mielina a partir de la deficiencia de hierro en
niños mal alimentados”.
Si bien en un animal de experimentación, estos tres modelos de desmielinización o de déficit de mielina se corrigen con el aumento de los niveles de transferrina, su administración no es tan sencilla.
“Como esta
proteína no puede traspasar la barrera hematoencefálica que separa la sangre
del cerebro, no es viable inyectarla por vena y, por ello, en el animal de
experimentación se inyectó intracerebralmente. Sin embargo, en humanos, no
sería posible inyectarla de esta forma por los riesgos que conlleva dicho
procedimiento”, apuntó Pasquini en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
“Entonces, la primera opción que encontramos fue imitar la
metodología que se realiza con ciertas drogas oncológicas donde, para que
lleguen al cerebro, se administran por inhalación. Lo probamos en modelos
animales colocando unos capilares en la nariz de las ratas y luego de que la
aspiraban corroboramos que la transferrina llegaba al cerebro”, señaló la ex
decana de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
“Utilizando lo que se llama “vesículas extracelulares”,
estructuras esféricas que se originan, por ejemplo, en el plasma y pueden
regular diversos procesos fisiológicos, así como el desarrollo y progresión de
enfermedades, puede surgir una opción más efectiva”, advirtió la doctora en
Ciencias Farmacéuticas y Bioquímicas de la Universidad de Buenos Aires.
“Como estas vesículas tienen el receptor que capta a la
transferrina, el próximo paso es profundizar los ensayos para encontrar la
forma de cargar estas vesículas extracelulares con transferrina y ver si tienen
ese efecto de corrección de la mielinizacion que buscamos”, concluyó la
especialista.
Fuente: Agencia CTyS-UNLaM) – Escrito de Magalí de Diego