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El doctor Juan Ignacio Bastón, la doctora Gabriela Meresman, la doctora Luciana Farella y la doctora Carla Olivares. |
El diez por ciento de las mujeres sufre este mal que puede producir infertilidad. Hasta ahora, la enfermedad tiene tratamientos poco eficientes y con índices altos de recurrencias. Frente a esto, un grupo de investigadores del CONICET busca desarrollar un extracto de romero que inhiba el crecimiento de las lesiones que produce la endometriosis a casi 178 millones de mujeres en el mundo.
Se trata de una de las enfermedades ginecológicas más frecuentes en mujeres con edad reproductiva y se caracteriza por la presencia de tejido endometrial por fuera de la cavidad uterina lo que, en muchos casos, produce dolor pelviano agudo y hasta infertilidad. La endometriosis, afecta al diez por ciento de la población femenina y, en el país, la padecen alrededor de un millón de mujeres.
“Actualmente, luego de confirmar el
diagnóstico mediante una intervención quirúrgica por laparoscopía, se extirpan
las lesiones y se administran medicamentos hormonales para atenuar las
consecuencias de la enfermedad. El problema es que estos tratamientos presentan
efectos adversos y no son sostenibles en el tiempo”, explicó Gabriela Meresman,
investigadora del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) en el
CONICET.
Basándose en investigaciones anteriores,
algunas de ellas realizadas por el equipo del IBYME, la doctora Meresman,
trabajó en conjunto con profesionales alemanes para efectuar una revisión
bibliográfica sobre terapias naturales que puedan reemplazar este tipo de
tratamientos que no resultan eficaces a lo largo del tiempo. Sus resultados
fueron publicados en la prestigiosa revista Human Reproduction Update.
“Hay pocos antecedentes sobre el tema porque es
un enfoque bastante novedoso. Si bien las plantas proporcionan un efecto
terapéutico deseable y con un riesgo reducido en comparación a medicamentos
convencionales, la falta de conocimiento acerca de las concentraciones justas y
la variabilidad de las plantas a lo largo de las cosechas, hace que sea difícil
que lograr extractos vegetales de calidad”, aseguró la investigadora
independiente del CONICET en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
“No obstante, en el último tiempo pudimos
demostrar, tanto en modelos animales con ratones como en cultivos celulares,
que los compuestos activos de dos plantas inhiben la endometriosis sin generar
efectos adversos. Se trata del Romero (Rosmarinus Officinalis), cultivado
principalmente en Córdoba y San Luis, y de la Scutellaria Baicalensis, una
planta originalmente asiática”, indicó la investigadora al referirse al trabajo
que realizó en el laboratorio junto con la doctora Luciana Ferella y la doctora
Carla Olivares.
Meresman detalló que “el crecimiento de las
lesiones que produce la endometriosis depende de que haya una cierta cantidad
de estrógenos en el medio donde se desarrollan, por lo que, hoy por hoy, los
tratamientos farmacológicos apuntan a bajar los niveles de estrógeno en sangre,
hasta casi un nivel menopáusico, mediante tratamientos hormonales”.
“Lo que nosotros proponemos -declaró la
doctora en ciencias biológicas-, es desarrollar un extracto a base de Romero.
Esta planta contiene ácido carnósico y ácido rosmarínico, activos que ejercen
efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antiproliferativos y
antiangiogénicos, siendo estos esenciales para evitar la reproducción celular y
la irrigación de las lesiones, lo que detendría su crecimiento”.
Además de ser efectiva, esta opción ofrecería
una solución sostenible en el tiempo y adecuada para una enfermedad crónica.
“Para que sea efectivo, el uso de la medicación hormonal, que usualmente son
anticonceptivos, no puede discontinuarse. Sin embargo, si, por ejemplo, la
mujer quiere quedar embarazada, debe dejar de tomarlos y esto incrementa el
riesgo de que las lesiones vuelvan a crecer. Además, ningún tratamiento asegura
la reversión de la infertilidad”, destacó la investigadora en diálogo con la
Agencia CTyS-UNLaM.
“Hoy por hoy -adelantó Meresman-, el extracto
no se está utilizando y tampoco está en el mercado ya que es muy novedoso.
Estamos trabajando en conjunto con dos laboratorios, uno para que nos otorgue
el extracto y, otro, para que nos permita estandarizarlo e insertarlo en el
mercado. La idea es lograr un producto de alta calidad, probar su eficiencia en
nuestros modelos y que sea reproducible para administrarlo por vía oral en
forma de pastilla”.
“Entre el 30 y el 50 por ciento de las
mujeres infértiles de nuestro país sufren endometriosis, así que se trata de un
problema serio que, además, tiene un componente genético, aún poco conocido. Si
bien no podemos prevenir la enfermedad, buscamos ofrecer un tratamiento
efectivo y sostenible. Para lograr esto es importantísimo el trabajo de todo el
equipo de investigadores y becarios, la articulación con el sector privado y
médico y la disposición de subsidios nacionales que apoyen estas
investigaciones”, subrayó la especialista.
“Otra arista importante es que comprendamos
que durante el ciclo menstrual no es normal sufrir de dolores muy fuertes y
prolongados. Ante esto, hay que hacer una consulta y el cuerpo médico debe
barajar esta opción ya que el diagnóstico temprano es fundamental para evitar
el avance de la endometriosis y los cuadros de infertilidad”, concluyó la investigadora
del CONICET.
Fuente: Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM)
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