La ACNUR surgió para ocuparse de los refugiados europeos tras la Segunda Guerra Mundial. |
La conmemoración se produce mientras se produce una inédita crisis de refugiados y desplazados en todo el mundo, que afecta a unas 100 millones de personas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), con antecedentes de otras estructuras similares derivadas de la Primera Guerra Mundial, cumplirá el viernes 70 años, en medio de una inédita crisis de refugiados y desplazados en todo el mundo, categorías que, sumadas, se acercan a los 100 millones de personas.
El Estatuto de la Oficina del Acnur fue adoptado en la resolución 428 de la
Asamblea General de la ONU del 14 de diciembre de 1950 -la fecha que el
organismo reconoce como fundante-, aunque la nueva estructura inició
formalmente sus tareas el 1 de enero de 1951, por entonces con la premisa
central de asistir al más del millón de refugiados europeos que todavía
estaba sin hogar después de la Segunda Guerra Mundial.
Los antecedentes
Pero el Acnur había tenido algunos antecedentes: en 1922, la Sociedad de las
Naciones -una suerte de ONU pos Primera Guerra- creó un Alto Comisionado para
los Refugiados, y entre 1943 y 1949 funcionó también la Administración de
Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas, que por entonces no era la
actual ONU sino una coalición de los países aliados de la Segunda Guerra.
Desde 1946 a 1952, superponiendo funciones, existió también la Organización
Internacional de los Refugiados (International Refugee Organization) como
agencia especializada, hasta que el 14 de diciembre de 1950 se decidió la
creación del Acnur, que empezó a funcionar un par de semanas más tarde.
El Comisionado ayuda a perseguidos y desplazados de todo el mundo.
Las cifras actuales
Según el sitio oficial de la Oficina, existen en el mundo 76 millones de
personas desplazadas y 26 millones de refugiadas, 20,4 millones de estas bajo
el mandato del Acnur. Hay, además, 4,2 millones de solicitantes de asilo.
El Acnur, que emplea a 17.324 personas en 135 países -aunque son 149 los que
ratificaron su Convención-, se sostiene con fondos de gobiernos (86%), aportantes
privados (10%), organizaciones intergubernamentales (3%) y un subsidio de la
ONU (1%).
Terminada la Segunda Guerra, la cuestión de los refugiados y desplazados se
volvió central en la agenda internacional, al punto que en su primer período de
sesiones la Asamblea General de la ONU, en 1946, dispuso que "no será
obligado a regresar a su país de origen ningún refugiado o persona desplazada
que ... exprese razones válidas en contra del regreso ...".
La primera experiencia, la de la Organización Internacional de los Refugiados, sirvió relativamente: logró cierta protección para miles de personas, pero era una estructura onerosa y reflejó en su interior las diferencias derivadas de la llamada Guerra Fría.
Por eso fue que, tras largas deliberaciones en su Tercera Comisión, la Asamblea
General dispuso la sustitución de esa organización por un órgano subsidiario y
en aquella resolución 428 del 14 de diciembre de 1950 decidió establecer a
partir del 1 de enero de 1951 la Oficina del Acnur.
El mandato del Alto Comisionado, establecido inicialmente por tres años, fue
renovado después por períodos quinquenales sucesivos hasta diciembre del 2003,
cuando la Asamblea decidió "mantener la Oficina en funciones hasta que se
dé solución al problema de los refugiados".
La
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados
La base de la tarea está en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados
de 1951, texto al que se añadió en 1967 un Protocolo.
Unos años antes, en 1949, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas
había designado un Comité Especial para "considerar la conveniencia de
preparar una convención revisada y consolidada relativa al estatuto
internacional de los refugiados y los apátridas y, si estima conveniente tal
procedimiento, elaborar el texto de esa convención".
Ese Comité se abocó a la cuestión de los refugiados (los apátridas fueron
incluidos después, en la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de
1954), y elaboró un proyecto de convención, basado en la Organización
Internacional de los Refugiados.
Ese texto identificaba varias categorías de refugiados, como las víctimas
de los regímenes nazis o falangistas y las reconocidas en virtud de anteriores
acuerdos internacionales, pero incorporó también el concepto general del
"temor fundado de persecución y la falta de protección".
Un dato curioso es que pese a que el peligro de persecución es central en la
definición de los refugiados, la "persecución" misma no está definida
en la Convención de 1951, aunque los artículos 31 y 33 hacen referencia a las
personas cuya vida o libertad "estuviera amenazada" o
"peligre", de modo que incluye claramente la amenaza de muerte o de
tortura, o de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
La Convención exige, sí, que ese temor de persecución se deba a motivos de
"raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social
(añadido en la Conferencia de 1951) u opiniones políticas".
Por supuesto, el texto excluye de los beneficios de la condición de
refugiado a aquellas personas sobre las que existan sospechas de que cometieron
delitos de guerra, o graves delitos comunes o actos contrarios a las
finalidades y a los principios de la ONU.
El Acnur ganó en dos oportunidades el Premio Nobel de la Paz, en 1954 y en
1981, y tiene a un grupo de personalidades de renombre (artistas, músicos,
figuras de la cultura) con la categoría de "embajadores de buena
voluntad", que colaboran con la difusión de su trabajo y la búsqueda de
donaciones.
Fuente: Telam