El reconocido dirigente
del peronismo provincial era el representante del agrupamiento Causa Nacional
que conduce Fernando Vaca Narvaja. El dolor despertó sensibles palabras en su
despedida de parte de militantes locales.
Durante
la mañana de hoy un texto en las redes sociales anunciaba la muerte del
dirigente peronista el Ingeniero Ricardo Salame, quien falleciera después de
contraer Coronavirus y padecer durante tres semanas.
La noticia conmocionó a la militancia peronista que se volcó en
las redes sociales con palabras que destacaron las capacidades de Salame y al
mismo tiempo para expresar el dolor en la inesperada despedida. A propósito, el
último adiós lo realizaron militantes durante esta siesta, en las puertas del sanatorio
donde el dirigente recibió atención médica.
El anuncio del deceso fue confirmado vía las redes sociales por
el agrupamiento, Causa Nacional, que lidera Fernando Vaca Narvaja.
El
ingeniero fallecido era hermano del dirigente de la JP Regional 5, Ismael
Salame quien fue abatido, en Buenos Aires, en 1976, en un enfrentamiento con
fuerzas de seguridad acción que quedó registrada como el Combate de la Calle
Corro.
Entre las palabras más sentidas por la muerte de Ricardo Salame,
se destacan las escritas por Cristina Barrionuevo y Pedro Mercado las cuales
expresan lo siguiente:
Al
Compañero, Amigo querido
Ricardo Salame:
Hoy es día de dolor para la militancia.
Hoy nos dejó Ricardo Salame, ese Compañero,
Político, Ingeniero, ocupado y preocupado por la construcción
política presente y futura de su pueblo. Referente de Causa
Nacional, integrante de la Junta Departamental Capital en el Partido
Justicialista. Militante siempre.
Amado y cariñoso padre, compañero.
Ese Ricardo que siendo niño, compartía debates, reuniones,
entradas y salidas permanentes de militantes en su casa paterna. Esa casa que
albergaba los sueños y verdades de tantas y de tantos. La casa de Ismael
Salame, esa figura orgullosamente tucumana, que tan fielmente
representara las luchas y el prestigio de esa juventud setentista.
Ismael ese hermano mayor, que aunque lejos estaba
siempre al tanto de las notas y avances obtenidos en la escuela por parte de
Ricardo y su pequeña hermana y... al final, evadiendo consignas lograba
enviarle de regalo el equipo de sus sueños.
Ese mundo de discursos, debates, esos ingresos, acalorado
a veces, del Vicegobernador Dardo Molina la casa de los Salame, para discutir
el traslado de ese jefe de policía que estorbaba.
Ese calor de militancia palpable en el ambiente,
pero también inolvidables jugadas de ajedrez fue el mundo y la niñez de
Ricardito.
Luego vino el terror, y el dolor sin remedio de pérdidas y
llantos dolidamente contenidos.
Y Ricardo siguió caminando erguido por la vida, estudioso y
ocupado en esa misma militancia que albergara en su pecho desde niño, con
la seriedad que impone el compromiso.
Y la última misión que compartimos fue esa jornada de
lluvia torrencial en que militantemente, la camioneta en que Ricardo
estaba, abrió el camino a la caravana a bocinazos este último 17 de Noviembre
en el Día de la Militancia.
Hoy, Ricardo, te decimos:
Compañero
querido, lleva contigo el amor de los
compañeros que reconoce el valor de la militancia en la historia de tu vida. Te
abrazamos con el amor y el respeto de tantas y de tantos compañerxs. Brillarás
siempre en lo alto
Pedro Mercado, Cristina Barrionuevo