El represor siguió la audiencia en la que se dio a
conocer el veredicto desde el penal de Campo de Mayo, donde se encuentra
detenido. El tribunal condenó también a otros seis acusados, en el marco del
juicio por secuestros, torturas y crímenes contra 84 víctimas en el centro
clandestino de detención Brigada San Justo.
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó a prisión perpetua a Miguel Etchecolatz y a otros nueve represores que cometieron secuestros, torturas y crímenes contra 84 víctimas en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada San Justo durante la última dictadura militar.
También, el tribunal impuso una pena de 25 años a otros 6 represores y
absolvió a un imputado, en el marco del juicio.
Se trata de la octava condena a perpetua que recibe Etchecolatz por su
participación en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura
cívico-militar.
En este proceso, el represor siguió la audiencia en la que se dio a conocer el
veredicto desde el penal de Campo de Mayo, donde se encuentra detenido por
otras causas.
Para escuchar la pena, Etchecolatz se puso de pie y mostró, colgado de su
cuello, un cartel
blanco con la leyenda: "Señor Jesús, si me condenan es por haber defendido tu causa".
Los
delitos
El represor fue hallado responsable del
delito de coautor de la privación ilegítima de la libertad agravada por mediar
violencia e imposición de torturas y por tratarse de perseguidos políticos en
perjuicio de 54 víctimas, siete de ellas muertas a raíz de los tormentos.
El TOF 1, integrado por Pablo Vega, Nelson Jarazo y Alejandro Esmoris, impuso
también la pena de prisión perpetua para el exministro de Gobierno bonaerense
Jaime Smart; el excapitán del Destacamento de Inteligencia 101 Emilio Herrero
Anzorena; y el exjefe de la Sección Reunión Interior del Destacamento de
Inteligencia 101 de La Plata, Carlos María Romero Pavón.
También fueron condenados a esa pena el exjefe de contrainteligencia Ricardo
Fernández; el exjefe de la Policía Bonaerense Leopoldo Baume; el exguardia Raúl
Carballo; Héctor Carrera y el exmédico de la Policía bonaerense, Jorge Vidal.
Además, los jueces impusieron 25 años de prisión al exagente de la Policía bonaerense
Ricardo García; al exteniente primero Roberto Balmaceda; al exguardia Rubén
Boan; al exjefe de la Brigada de Investigaciones de San Justo Alejandro
Menichini y al excapitán de Artillería Jorge Di Pasquale.
Respecto al imputado exjefe de la Brigada de Investigaciones 1 de Morón-San
Justo Roberto Félix, el Tribunal dispuso su absolución e inmediata libertad
tras evaluar las fechas de su legajo, que no lo ubican cumpliendo funciones en
esta Brigada.
La
Brigada San Justo
En su fallo, que fue seguido desde las
puertas del tribunal por familiares y sobrevivientes, el TOF1 exhortó al
ministerio de Seguridad bonaerense a que desafecte como dependencia policial a
la Brigada San Justo para que sea convertida en Sitio de Memoria.
La Brigada San Justo se encontraba bajo control operacional del Primer Cuerpo
del Ejército, que alcanzaba toda la provincia de Buenos Aires, la ciudad de
Buenos Aires, y a La Pampa.
El tribunal juzgó lo ocurrido con 84 personas que estuvieron cautivas allí, 19
de las cuales siguen desaparecidas.
Entre las imputaciones estuvieron los homicidios de los perseguidos políticos
Alejandro Aibar, Sonia Von Schmeling, Marcelo Moglie, Jorge Luis Fernández
González, Juan Alejandro Fernández González, Enrique Ricardo Rodríguez, Luis Ángel
García, Herman Von Schmeling y Rubén Cabral.
Además, se juzgaron los secuestros de María Asunción Artigas, Mónica Sofía
Grinspon y Mónica María Lemos, quienes permanecieron detenidas embarazadas en
la Brigada de San Justo y fueron trasladadas al Pozo de Banfield.
Allí, María Asunción y Mónica dieron a luz a sus hijas, Victoria Moyano Artigas
y María José Lavalle Lemos, restituidas en 1988 y 1987, respectivamente.
Por otra parte, se investigaron los hechos en torno a las hijas de Lemos: María
Lavalle, luego de ser secuestrada junto a sus padres, permaneció en la Brigada
de San Justo hasta ser entregada días después a unos vecinos, y su hermana,
María José Lavalle Lemos, fue entregada en aquella Brigada a quien la inscribió
como hija propia, Teresa Isabel González.
También se incluyeron los secuestros de Claudio Ernesto Logares y Gustavo
Antonio Lavalle. Ambos fueron secuestrados con sus compañeras e hijas.
La Brigada de Investigaciones de San Justo funcionaba en Salta 2450, San Justo,
en conjunto con las dependencias de la Comisaría 1 de La Matanza.
Fuente: Telam