En
la Argentina se festeja el Día del Médico desde el año 1956 para reconocer
nacionalmente el trabajo que realizan estos profesionales de la salud.
Cada
3 de diciembre, es un día dedicado a aquellas personas que destinan largos años
de su vida a la formación y práctica profesional para brindar atención médica
de calidad, trabajando por un país con más salud y mejor calidad de vida.
Esta
profesión, la médica, toma real relevancia en el contexto actual en el que la
pandemia de Corona Virus, en el que tanto hombres y mujeres exponen sus cuerpos
en el duro combate contra ese “enemigo de la humanidad” que irrumpió con fuerza
demoledora en el mundo.
En
el día de hoy, justamente, se conoció el posicionamiento de los médicos argentinos,
que a través de las diferentes asociaciones en las que están reunidos, dieron a
conocer sus perspectivas, en el contexto actual que vive nuestro país.
La historia del Día del Médico
El día 3 de diciembre fue propuesto por la
Federación Médica Argentina, a través del profesor Remo Bergoglio, en el
Congreso Panamericano que se celebró en 1953 en Dallas, Texas, en homenaje al
doctor Carlos Finlay, un médico cubano, que descubrió el papel del mosquito
trasmisor de la fiebre amarilla.
Dr. Carlos Finlay, distinguido médico cubano que dedicó su vida a estudiar la
fiebre amarilla, fue uno de los cuatro miembros del comité organizador que en
1902 tuvo a su cargo la creación de la nueva Oficina Sanitaria Internacional
(precursora de la OPS).
Finlay
Barrés confirmó la teoría de que la propagación de la fiebre amarilla era a
través del mosquito Aedes aegypti,
un hallazgo de trascendencia mundial que evitó miles de muertes en América
latina. Durante las guerras por la independencia cubana fue convocado por el
ejército de EE.UU. para que analizara las bajas de los soldados por la fiebre
amarilla y allí comprobó que el mosquito antes mencionado era el transmisor de
dicha enfermedad. Sin embargo, recién 20 años después tomaron en serio su
hipótesis, antes subestimada por sus colegas ante la Academia de Ciencias de La
Habana. El médico cubano falleció en 1915, pero pudo comprobar en vida los
trascendentes resultados que se obtuvieron en la disminución de la frecuencia
de la fiebre amarilla gracias a su descubrimiento.
De todas las profesiones, la medicina reclama integridad en
cuerpo, alma del especialista, y una visión humanista propia del profesional.
Ésta última se ve reflejada en su labor al momento de atender a una persona, de
salvar una vida, de encontrar una cura o ayudar a afrontar alguna enfermedad.
La
profesión de la medicina fue y es considerada una práctica que requiere
dedicación total; y es por esto mismo que, con el correr de los años y
merecidamente, los médicos llegaron a ser una figura de gran importancia a
nivel mundial.