El ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, confirmó esta mañana que en diciembre se duplicará el monto de las Tarjetas Alimentar por única vez. De esta manera quienes reciben habitualmente $4000, recibirán $8000, y quienes reciben $6.000, percibirán $12.000, explicó el funcionario.
Charlamos con el ministro la cartera Social
nacional, Daniel Arroyo, en el marco del mes de diciembre, que es un
mes especial, pensamos que es algo que nos ayudará a transitar fin de año más
tranquilos”, comentó el ministro en un programa on line.
El funcionario solicitó a los beneficiarios
que, cada vez que les sea depositado el monto de la tarjeta, intenten comprar
en cercanías de su casa y tratar de que sean alimentos saludables (carne,
leche, frutas y verduras). Del mismo modo, pidió a los comerciantes vender a
precios más razonables, de manera de que la gente no tenga que ir a grandes
supermercados y ellos también puedan ganar. “Así, el dinero que llega
mensualmente a Tucumán en concepto de tarjeta Alimentar, circula en el mercado
interno y favorece a la economía local”, remarcó.
Comedores en verano
Respecto de la llegada del verano y el
funcionamiento de los comedores escolares durante esos meses, Yedlin dijo que,
si bien falta la aprobación del gobernador Juan Manzur, no habría
inconvenientes para que estos siguieran abiertos al igual que en años
anteriores.
En ese sentido sostuvo que “es algo que
sucedió en otros años, e incluso en años mucho más complejos. Lo que faltaría
definir es la modalidad de entrega de los alimentos”.
En esa misma línea, Yedlin afirmó que el programa Veranito dependerá de la
situación epidemiológica y de lo que pase en ese momento con la vacuna: “Hay
mucha necesidad por parte de los chicos de ver a sus amigos, de juntarse y poder
jugar”
Centros
de rehabilitación
El ministro habló sobre su pedido ante
el COE para la reapertura de los centros de rehabilitación. Expresó que “en
estos días tendremos respuesta sobre la vuelta de los centros de
rehabilitación. Lo que buscamos es que el COE les permita a los centros abrir,
contemplando siempre la capacidad edilicia y la concurrencia que tengan los
mismos. Si esta situación es difícil para todos, para las familias que tienen
alguna persona con discapacidad haber estado todo este tiempo con tanta
dificultad para salir, genera ciertas tensiones en las casas que se tornan cada
vez más difíciles”.
Asimismo, dijo que la reapertura no
implicaría obligación por parte de los padres de mandar a sus hijos o hijas a
los centros si no lo consideran adecuado teniendo en cuenta la situación
sanitaria.