Cardenal Luis Villalba |
Con el título "Afianzar la justicia", los obispos tucumanos pidieron una justicia independiente de los demás poderes, para que pueda ejercer una función de control con "transparencia e independencia".
En
un comunicado firmado por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez; el
arzobispo emérito, cardenal Luis Villalba; el obispo de Concepción, monseñor
José Melitón Chávez; y el obispo emérito de esa diócesis, monseñor José María
Rossi, los obispos abogan por una Justicia independiente, que sea capaz de
controlar al poder político.
Con
el título "Afianzar la Justicia", en alusión al preámbulo de la
Constitución Nacional, el escrito firmado por los prelados tucumanos destaca
que “la función de control de la Justicia sobre la gestión de los Poderes
Ejecutivo y Legislativo requiere una auténtica transparencia e independencia”.Obispo de Concepción, Melitón Chávez
“Hace
falta establecer de forma real un sistema de mérito para el acceso a los cargos
en el Poder Judicial, desterrando cualquier situación de privilegio”,
advirtieron, y recomendaron además “evitar la politización y la
burocratización del Consejo Asesor de la Magistratura y del Jurado de
Enjuiciamiento”.
Finalmente,
citaron al futuo beato Mamerto Esquiú: "…Obedezcan señores. Sin
sumisión no hay ley, sin ley no hay patria, no hay verdadera libertad, existen
solo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerras y males de que Dios
libre a la República Argentina, concediéndonos vivir en paz y en orden sobre la
tierra… La vida y conservación del pueblo argentino dependen de que la
Constitución sea un ancla pesadísima a la que esté amarrada esta nave”.
Texto
completo del documento
AFIANZAR LA JUSTICIA
Tucumán, 7 de Noviembre de 2020
Como obispos de Tucumán, ante la situación
reinante en nuestra provincia, nuevamente queremos hacernos eco “del
clamor por la justicia demasiado largamente esperada” (S. Juan Pablo II)
“Afianzar la justicia” es uno de los
propósitos enunciados en el preámbulo de la Constitución Nacional.
Uno de los pilares del sistema
republicano es el de los pesos y contrapesos, de controles recíprocos entre los
poderes del Estado. Esto supone la independencia y libertad de los estamentos
del mismo y garantiza el bien común de los ciudadanos.
Siempre el poder político tuvo la tentación
de limitar al Poder Judicial, que debe ser independiente para ser más
eficaz en su tarea.
La sociedad necesita recuperar la
confianza en la justicia para vivir y crecer en libertad, seguridad y equidad.
Y para ello es imprescindible la independencia del Poder Judicial.
La función de control de la Justicia sobre la
gestión de los Poderes Ejecutivo y Legislativo requiere una auténtica
transparencia e independencia.
Hace falta establecer de forma real un
sistema de mérito para el acceso a los cargos en el Poder Judicial, desterrando
cualquier situación de privilegio. Evitar la politización y burocratización del
consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento.
Sin duda que la prioridad inmediata es
generar trabajo genuino, saciar el hambre de la gente, especialmente de los
niños y los ancianos; atender la salud de todos, sobre todo la de los más
pobres, garantizar el acceso a una vivienda digna, dar seguridad a las familias
y esperanza a los jóvenes . Pero si no se garantiza antes la seguridad
jurídica, ese futuro es una utopía.
Cada vez se hace más visible la íntima
conexión que hay entre esa seguridad jurídica y la concreción de todos esos
bienes que hacen a la felicidad de nuestro pueblo.
Sin reglas estables y previsibles, sin una
justicia independiente no es posible imaginar un mundo mejor y una convivencia
social en paz.
El Papa anunció la pronta beatificación de
Fray Mamerto Esquiú, conocido portanto por su testimonio de vida religiosa
como por su incidencia en el ámbito político de su tiempo. El
9 de Julio 1853 pronunció el sermón llamado de la Constitución.
Dijo entonces: “…obedezcan señores. Sin
sumisión no hay ley, sin ley no hay patria, no hay verdadera libertad,
existen solo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerras y males de que
Dios libre a la República Argentina concediéndonos vivir en paz y en
orden sobre la tierra”…”La vida y conservación del pueblo argentino
dependen de que la Constitución sea un ancla pesadísima a la que esté amarrada
esta nave”
Asimismo el Episcopado Argentino en mayo de
1981 en “Iglesia y Comunidad Nacional” decía: “La separación de los poderes
ejecutivo, legislativo y judicial que la Constitución consagra deben tener
vigencia permanente y efectiva, evitando la indebida injerencia de un poder en
otro y favoreciendo el juego libre y el mutuo control entre sí”
A todo el Pueblo de Dios le pedimos que
oremos mucho para que, conscientes de la gravedad de este tiempo que
vivimos, y de que ya no podemos desentendernos mirando para otro
lado, trabajemos todos por la Paz y la Justicia.
Mons. Carlos Alberto Sánchez - Arzobispo de
Tucumán; Mons. José Melitón Chávez - Obispo de Concepción; Cardenal Luis
Villalba - Arzobispo Emérito de Tucumán; Mons. José María Rossi - Obispo
Emérito de Concepción
Fuente: Agencia AICA