Por Martín Rappallini, Presidente de la Unión Industrial
de la Provincia de Buenos Aires
La pandemia del coronavirus que llegó en marzo a la Argentina generó pérdidas humanas muy dolorosas y trajo consigo un inevitable freno en muchas actividades económicas, provocando el cierre de empresas y pérdidas de puestos de trabajo.
Desde un comienzo, desde el sector industrial
compartimos con las autoridades estatales la preocupación por esta situación, y
por eso presentamos de forma temprana protocolos que permitieron a las
industrias bonaerenses seguir funcionando sin convertirse en foco de contagios.
Además, desde un primer momento, los industriales de rubros esenciales
demostraron un compromiso total con el país al seguir produciendo aun cuando
muy poco se conocía sobre las formas de propagación del virus. El hecho de
contar con una industria diversificada y desarrollada tecnológicamente permitió
abastecer en tiempo y forma tanto al mercado de los bienes esenciales como al
de equipamiento médico, fundamentales en tiempos de pandemia.
A ocho meses de la llegada de la enfermedad a
la Argentina, los representantes industriales de la Provincia de Buenos Aires
observamos dos realidades en el sector. Por un lado, comienzan a observarse los
primeros signos de una recuperación económica en algunos segmentos, lo que trae
una luz de esperanza en una porción de los empresarios. Pero, al mismo tiempo,
hay sectores que aún se encuentran muy golpeados y que requieren imperiosamente
de ayuda y acompañamiento para no cerrar sus puertas. Para este último grupo, a
las obligaciones de siempre se le sumaron nuevas: pagos por moratorias
impositivas iniciadas durante la pandemia, vencimiento de créditos tomados para
pagar sueldos, facturas reprogramadas de energía, y la imperiosa necesidad de
reconstruir su capital de trabajo. Es por eso que debemos trabajar para que la recuperación
no deje empresas en el camino, y sea sostenible y sustentable en el tiempo.
La situación industrial post pandemia es el
eje que estamos desarrollando de forma virtual en el 2° Congreso
Industrial Pyme desde el 2 de noviembre, en el marco de “Somos Industria”. A lo
largo de esta semana, luego del Congreso Industria 4.0, especialistas nos
ayudarán a entender los posibles escenarios, a analizar cuáles son las
herramientas y alternativas para la reactivación, y fundamentalmente, a abordar
una estrategia para el desarrollo del sector productivo que sea perdurable en
el tiempo.
En este sentido, uno de los desafíos que
tenemos por delante es el de orientar el sector productivo a la generación de
dólares a través de la exportación de bienes con valor agregado. Los vaivenes
recientes en el mercado cambiario debemos asumirlos como una advertencia que
nos marca la necesidad de tomar medidas estructurales que favorezcan la
generación genuina de dólares. La industria aquí puede cumplir un rol fundamental,
a través de la exportación de productos con valor agregado que ayuden a
estabilizar la balanza comercial y aporten solidez macroeconómica al país.
Por último, es necesario destacar que la
gravedad del ahora necesita que dejemos de lado los egoísmos y nos pongamos
todos a trabajar para el país. Por eso estamos convencidos de que el único
camino para poder superar la pandemia será en conjunto, a través de un
compromiso que incluya a todos los sectores: gobierno, oposición,
empresarios, sindicatos y organizaciones no gubernamentales. “Somos
Industria” es un lugar pensado para que estos acuerdos se den en un ambiente
propositivo, con un objetivo final doble: superar la crisis provocada por la
pandemia y preparar el terreno para un futuro en el que la industria cumpla un
papel protagónico.
Fuente: http://www.flycomunicacion.com.ar/