Con una participación histórica que supera el 67% los chilenos optaron mayoritariamente por la aprobación de un nuevo texto constitucional que dejará atrás las normativas de la dictadura generada por Pinochet.
Anoche miles de jóvenes se reunieron en la
bautizada durante las protestas como la paza de la Dignidad, donde ondeaban
banderas y lanzaban fuegos artificiales para manifestarse con motivo
de júbilo por los resultados que se han dado durante la jornada del
plebiscito donde se decidirá si se redactará o no una nueva Constitución.
Esto, luego de que un cómputo del
Servicio Electoral (Servel) indicara que, tras el escrutinio de 2.349 mesas,
correspondiente al 5,23 % del total, la opción del Apruebo se imponía
holgadamente con un 77,27% de los votos, frente a un 22,73% del Rechazo.
La manifestación transcurre de forma
pacífica. Horas antes, pasadas las 18.00 horas, personal de la policía
uniformada se enfrentó con manifestantes en este céntrico
sector, para evitar que llegaran hasta el monumento al general Manuel
Baquedano, utilizando carros lanzaaguas y lanzagases. Sin embargo, a las 18:55
finalmente las personas lograron copar la plaza e, incluso, como ha sucedido en
ocasiones anteriores, subirse a la estatua del general.
Tras esto, los efectivos policiales se
replegaron para emplazarse en las inmediaciones.
Cerca de las 19.10 Carabineros informó que un
grupo de antisociales lanzaron elementos contundentes e incendiarios a personal
policial, por lo que se retomó el uso de las medidas disuasivas, lo que tuvo
una breve duración.
Más del 77% de los chilenos votó el domingo
por reemplazar la Constitución instaurada hace 40 años por la dictadura
militar, difundió la autoridad electoral al tener contabilizado el 5% de los
sufragios en un histórico plebiscito al que fueron convocados 15 millones de
ciudadanos, la mayoría cansados de las desigualdades sociales y económicas que
caracterizan a la nación sudamericana.
El Servicio Electoral, en su primer conteo,
precisó que de 320.000 votos, el 77,77 % sufragó en favor de la opción
favorecida por la oposición de centroizquierda de reemplazar la Carta Magna del
dictador Augusto Pinochet (1973-1990), y un 22,73% optó por la propuesta de la
mayoría del oficialismo derechista de mantenerla.
Los chilenos que votaron en el extranjero
también dijeron que quieren una nueva Carta Magna. Un 86%,54% voto por el
reemplazo y un 13,41% estuvo a favor de mantenerla. Unos 60.000 chilenos
sufragaron en 219 mesas de votación en 65 países.