Se trata de un proyecto de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que busca una transformación en la matriz energética del sector. El proyecto comenzó con la evaluación del desempeño del biodiésel en rutas.
Las empresas de transporte de cargas pusieron en marcha un programa
para testear la viabilidad técnica de combustibles alternativos, en un
primer caso con biodiésel puro (B100), del cual se asegura la viabilidad de su
inmediata aplicación, como parte de una canasta energética que también incluirá
gas natural comprimido y gas natural licuado.
El proyecto lo lleva adelante la Federación Argentina de Entidades Empresarias
del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), con el objetivo de impulsar una
transformación en la matriz energética del sector.
El secretario general de Fadeeac, Martín Borbea Antelo, aseguró que el
proyecto del B100 "es estratégico para el país, no sólo por los enormes
beneficios ambientales y productivos que implica, sino porque es viable de
forma inmediata con la capacidad instalada que ya posee la Argentina".
"Con el uso del biodiésel, en esta primera etapa apostamos a reducir 13
millones de toneladas de CO2 y tenemos que exigir la demanda que necesitemos en
cada región del país. Quizá en una región nuestra necesidad sea el GNL, pero en
otra podemos demandar el biodiésel", explicó.
Con el uso de biodiésel 100 se buscará
reemplazar el 5% de consumo de gasoil en el transporte de carga.
Para consolidar este proceso la Federación
puso en marcha un proceso de evaluación del desempeño de un biodiésel 100% puro
en ruta, a través de un registro en tiempo real de impacto y desempeño,
comportamiento, logística y factibilidad del reemplazo del combustible diésel
de origen mineral por combustible biológico.
A tal fin se conformó un comité de seguimiento técnico y comenzó el monitoreo
digital de 22 camiones de carga: la mitad impulsadas a gasoil y la otra mitad a
biodiésel 100.
Las unidades transitarán durante seis meses por regiones segmentadas en
todo el país para obtener información sobre el desempeño en ruta y el impacto
ambiental comparado.
Se espera que, una vez terminadas las pruebas, se pueda comenzar a implementar
el biodiésel 100 certificado por Fadeeac entre las empresas de transporte de
cargas que pertenecen a la entidad.
En una primera etapa se apuntará a las unidades de consumo a granel, que
representan una demanda anual de 1,8 millones de metros cúbicos.
Desde el punto de vista ambiental, el transporte de cargas moviliza el 90% de
los bienes en Argentina, y para ese movimiento se calcula un consumo de 6.5
millones anuales de toneladas de gasoil.
Con el uso de biodiésel 100 se buscará reemplazar el 5% de consumo de gasoil
del sector en cinco años, lo que contribuirá a reducir en 13 millones de
toneladas las emisiones de CO2 en ese período.
Además de reducir en un 70% las emisiones contaminantes, el biocombustible se
produce con el desperdicio del poroto de soja, es decir, no se utiliza alimento
para su producción y tampoco se requieren nuevas hectáreas de cultivo para
satisfacer el potencial crecimiento de demanda.
Por otra parte, la Argentina posee las "condiciones estratégicas para
liderar el mercado de combustibles limpios de transición", al ser uno de
los mayores productores y exportadores de aceite de soja a nivel global, y
porque la elaboración de biodiésel tiene una capacidad ociosa de casi 50%.
El país posee infraestructura para producir 5,1 millones de metros cúbicos
anuales y sólo produce 2,6 millones, por lo cual el proyecto podría generar una
demanda inmediata para activar gran parte de esa capacidad inutilizada.
"En cualquier momento un camión que funciona a gasoil puede migrar a
biodiésel B100 sin ningún costo adicional, al contrario, con beneficios y
estímulos muy concretos como el aumento de vida útil del motor en un 25%, la
mejora en la combustión del motor y la reducción de costos debido al menor
precio del biodiésel", concluyó Borbea Antelo.
Fuente: Telam