Francisco influye en la política mundial |
El papa Francisco dijo ayer domingo que la pandemia de la COVID-19 era la última crisis que demostraba que las fuerzas del mercado por sí solas y las políticas económicas de “goteo” no han producido los beneficios sociales que afirman sus defensores.
En una encíclica sobre el tema de la
fraternidad humana, Francisco también dijo que la propiedad privada no puede
considerarse siempre un derecho absoluto en que algunos viven de forma
extravagante mientras que otros no tienen nada.
El título de la encíclica, llamada “Fratelli
Tutti” (Todos Hermanos), provocó críticas por no utilizar un lenguaje inclusivo
después de que fuera anunciada el mes pasado.
En italiano, “fratelli” significa hermanos,
pero también se usa para referirse a hermanos y hermanas. El Vaticano dijo que
fue tomada de las “Admoniciones”, o directrices, escritas por San Francisco de
Asís en el siglo XIII a sus seguidores y por eso no podía modificarse.
El papa dice en la primera línea de la
encíclica de 86 páginas que San Francisco se había “dirigido a sus hermanos y
hermanas” de esa manera. En el documento, utiliza el término “hombres y
mujeres” 15 veces y habla varias veces sobre la defensa de los derechos y la
dignidad de las mujeres.
Las encíclicas son la forma más autorizada de
los escritos papales, pero no son infalibles.
La encíclica, que Francisco firmó el sábado
en Asís, trata temas como la fraternidad, la inmigración, la brecha entre ricos
y pobres, las injusticias económicas y sociales, los desequilibrios en la
atención sanitaria y la creciente polarización política en muchos países.
El papa apuntó directamente a la economía de
“goteo”, la teoría defendida por los conservadores de que las desgravaciones
fiscales y otros incentivos para las grandes empresas y los ricos acabarán
beneficiando al resto de la sociedad a través de la inversión y la creación de
empleo.
“Hubo quienes nos hicieron creer que la
libertad del mercado era suficiente para mantener todo garantizado (después del
golpe de la pandemia)”, escribió.
Francisco denunció “este dogma de fe
neoliberal” que recurre a “las teorías mágicas del ‘derrame’ o ‘goteo’... como
la única solución a los problemas de la sociedad”. Una buena política
económica, dijo, “hace posible que se creen puestos de trabajo, no que se
recorten”.
El pontífice repitió los anteriores
llamamientos a la redistribución de la riqueza para ayudar a los más pobres y a
un acceso más justo de todos a los recursos naturales.
Abordando el racismo, una cuestión clave en
los Estados Unidos tras el movimiento Black Lives Matter, Francisco dijo: “El
racismo es un virus que muta rápidamente y, en lugar de desaparecer, se esconde
y permanece al acecho”.
El papa reiteró los llamamientos a la
abolición de las armas nucleares y la pena de muerte, posiciones que han sido
atacadas por los católicos conservadores, particularmente en los Estados
Unidos.
Fuente: tucumanhoy.com