En diálogo con una radio local, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, aseguró que estamos en un momento muy complejo de la pandemia. “Lo que pasó en Asia y Europa, comenzó en los grandes centros urbanos y luego se fue expandiendo. De la misma manera se está replicando acá”.
Por
otro lado, remarcó las ventajas de que el virus llegara al país meses después
de haber pasado por otros lugares: “Pudimos fortalecer el sistema de salud,
conocer mejor la enfermedad, tener más camas críticas, más equipos de
protección”. No obstante, “este año nos va a encontrar sin la vacuna, principal
herramienta para combatir este tipo de enfermedades. Hasta que eso ocurra
debemos seguir todas las recomendaciones sanitarias de manera estricta, ser
solidarios y cuidar a la población de riesgo, sobre todo a los adultos mayores”.
Por
otro lado, se refirió al programa Argentina contra el hambre, principal bastión
de campaña del ahora presidente Alberto Fernández. En este punto,
indicó que “la Tarjeta Alimentar, pilar principal del programa, se repartió a
70.000 familias tucumanas, alcanzando casi 120.000 personas”.
Yedlin
manifestó que “la pandemia profundizó dificultades sociales como el hambre y la
pobreza y por tal motivo el Gobierno nacional llevó adelante muchas acciones de
transferencia de recursos a los sectores más vulnerables para lograr un piso de
cobertura social que aseguró paz social en estos grupos” y resaltó que “la
salida de esto deberá ser a través del trabajo, transformando los planes
sociales en oportunidades de laborales”. Por eso “comenzamos a
fortalecer las herramientas de la economía social, a través del incremento de
partidas para microcréditos, economía social y capacitaciones a emprendedores”.
En
este sentido, dijo que el ex programa Ellas Hacen, actual Potenciar Trabajo, tuvo
modificaciones que incluyen que las y los titulares puedan trabajar en el
sector formal sin perder el programa: “Eso quiere decir que alguien que se haya
formado en estos años como herrero, carpintero, plomero, etc, puede trabajar en
el sector privado y una parte de ese sueldo ya estará cubierto por el programa,
al igual que la obra social, por lo que el privado deberá pagar solamente la
diferencia para llegar al sueldo mínimo, vital y móvil”.
Respecto
a los proyectos de inserción laboral para jóvenes, el ministro aseguró que
“el proyecto político del cual formo parte, quiere el trabajo y apoya que haya
inversión privada porque es lo que termina generando real capacidad de trabajo,
pero si el modelo económico apunta a que convenga a la gente poner la plata en
el banco o circuito financiero que fuera, como sucedió en el Gobierno anterior,
se generan dificultades de trabajo” y añadió: “si no hay trabajo para toda
la gente, mucho menos habrá para los que están empezando”.
Adelantó
que desde la Dirección de Juventud ya cuentan con una línea específica para
capacitar a los jóvenes para la búsqueda de su primer trabajo y otra línea para
estimular a emprendedores jóvenes de la economía social que no tengan la
posibilidad de conseguir fondos mediante familiares, amigos, entidades
financieras, para poder comenzar.
Sobre
el mes de las juventudes, elegido para conmemorar y recordar a las víctimas de
la Noche de los Lápices, indicó que “la agenda de actividades
ya comenzó y resaltó la celebración de un año del PAE, Programa de autonomía
para el egreso, que está destinado a jóvenes sin cuidados parentales que se
encuentran en institutos de menores pertenecientes a Desarrollo Social”.
“Una
vez que los jóvenes cumplen 18 años y tienen que egresar, viven situaciones
complejas porque no cuentan con el entorno para ser cuidados. En este punto
contamos con dos casas de medio camino para que los chicos puedan hacer su
salida progresiva y un plan de autonomía progresiva financiado por un dinero
nacional”, concluyó.
Fuente:
Comunicación Pública - Tucumán