A MANZUR Y JALDO le decimos: con nuestros derechos, no se negocia
La situación de emergencia en materia de derechos para las mujeres y disidencias que vive la provincia es alarmante. En lo que va del año, ocurrieron ocho femicidios. En la mitad de ellos las víctimas y sus familias ya habían realizado denuncias previas y no recibieron respuestas efectivas por parte del Estado.
Según estipula el Observatorio de Femicidios de la Nación es la provincia en dónde más ocurrieron estos asesinatos. Hoy vamos a seguir firmes que para adherir a la Ley Micaela debe ser sin modificaciones ni demoras. Tucumán ya tiene sobrados ejemplos de incumplimietos de los derechos humanos de las mujeres y las disidencias: Marita Verón, Paulina Lebbos, Ayelen Gomez, Celeste, Belén; Lucía y tantas otras.
En 2018, en plena campaña política, el vicegobernador y presidente de la legislatura Osvaldo Jaldo, en un acto evangélico, tomó la palabra para "asumir el compromiso" de no sancionar ni adherir a ninguna ley nacional que tenga que ver con la "ideología de género".
Al vicegobernador Osvaldo Jaldo le decimos que la negación a los derechos de las mujeres y del colectivo LGBT no pueden ser utilizados como promesa para conseguir votos. Y al gobernador Juan Manzur le decimos que nuestros derechos no serán bienes de disputa en medio de su interna política.
Instamos a que la legislatura de Tucumán asuma el compromiso de dar respuesta a la realidad que cotidianamente golpea a la provincia con una nueva víctima de femicidio y al Poder Ejecutivo que asuma los compromisos internacionales en materia de los derechos de las mujeres.
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