Músico tucumano representa al país a bordo de la fragata.
Recorrer el planeta es el sueño de muchas personas, pero a bordo de un buque insignia de la Argentina como la fragata ARA "Libertad", sólo unos pocos son los afortunados que pueden cumplirlo. Uno de los casi 300 tripulantes embarcados en este Viaje de Instrucción es el Cabo Primero de especialidad Músico Pablo Sebastián Frangioni, oriundo de Yerba Buena, Tucumán.
En navegación rumbo a Amberes, Bélgica - El buque escuela argentino, fragata ARA "Libertad", está al mando del Capitán de Navío Juan Carlos Romay, y lleva a bordo 48 guardiamarinas en comisión --quienes completan en navegación la formación del último año de cursada en la Escuela Naval Militar-- quienes se suman a una dotación de 26 oficiales y 191 suboficiales; además de los invitados especiales de Fuerzas Armadas extranjeras y nacionales.
De muy chico, Pablo Sebastián, su madre y hermanos decidieron mudarse a la ciudad bonaerense de Punta Alta y comenzar una nueva vida lejos de su provincia natal. Una vez transitado con éxito su paso por la secundaria en el 2011 y sin saber mucho de qué se trataba el ámbito militar --a pesar de estar radicado en las adyacencias de la Base Naval Puerto Belgrano--, su familia lo convenció para ingresar a la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA).
La especialidad designada y de la cual está muy orgulloso es la de Músico, desempeñándose como trompetista. "Entrar acá es un orgullo, no siempre se puede ingresar a una Fuerza y sentirlo familiar", introdujo el Cabo Primero Pablo Frangioni.
Su primer destino luego de 2 años de formación fue en la Base Aeronaval Punta Indio, donde estuvo 5 años. "Estoy muy feliz con lo que hice y con las actividades que se realizan en todos los destinos que me han tocado, y lo mejor es que siempre me crucé con gente muy compañera".
La experiencia que destaca fue su estadía en la Isla de Chipre siendo parte de los Cascos Azules de Naciones Unidas. En la isla permaneció durante 6 meses, compartiendo el trabajo con personal de Infantería de Marina y Ejército Argentino, como también con integrantes de las Fuerzas chilenas, paraguayas e inglesas.
"Ser parte de las Naciones Unidas fue muy lindo, también poder conocer paisajes únicos, nuevas culturas y comidas", destacó. Por eso es tanto el orgullo que él siente por ser parte de la Armada Argentina, ya que le permite aprender y vivir nuevas experiencias todos los días y recuerdos que nunca olvidará, aseguró.
Desde diciembre del año pasado su actual destino es la fragata ARA "Libertad" donde se encuentra realizando un sueño para él, que es recorrer el mundo y ser parte de la Guardia de Honor. Como músico, hace los respectivos toques reglamentarios en cada puerto que van recorriendo; sin dejar de lado su labor principal a bordo, ligada a Víveres.
"Estoy muy ansioso por navegar y recorrer otros lugares; experimentar la navegación misma dentro del barco, a pesar de que son muchos días de mar, estoy muy feliz de hacerlo", dijo el joven tucumano antes de partir el 17 de agosto pasado.
Y destacó que si no fuera por la "familia naval" sería muy difícil seguir y hacer todo lo que se realiza en cada destino de la Armada, definiéndola de esta manera: "La Armada es estar todos los días con la misma gente trabajando, desde que te levantas hasta que te acostas. Se genera un ambiente de familia porque es lo que te pasa en tu casa, con tus propios hermanos y padres. Además del trabajo, se comparten muchas cosas y, en cierta forma, es una hermosa familia", comparó.
Los cumpleaños son motivos de celebración y alegría que se comparte con familiares y personas cercanas. Este 28 de mayo para Pablo Sebastián fue muy especial, porque celebró sus 27 años en coincidencia con el aniversario número 56° de la incorporación del buque escuela fragata ARA "Libertad" a la Armada Argentina.
Lejos de Yerba Buena pero muy cerca de su vocación
Hoy, la fragata se encuentra en navegación rumbo a Amberes (Bélgica) donde se estima llegará mañana 19 de octubre. El recorrido previsto demandará alrededor de 17 mil millas náuticas en 5 meses, de agosto a enero del 2020. La fragata ya pasó por Salvador de Bahía (Brasil), por los puertos de Santa Cruz de Tenerife y Cádiz (España), Lisboa (Portugal) y Brest (Francia).
Luego de Amberes (Bélgica) donde permanecerá hasta el 23, continuará viaje a Londres (Reino Unido) y Dublín (Irlanda), para atravesar nuevamente el Atlántico hacia Boston y Miami (EEUU), Bridgetown (Barbados), Recife (Brasil), Montevideo (Uruguay) y regresar a la Argentina (Mar del Plata).
A pesar de estar alejado de su lugar de nacimiento y de todos los momentos vividos, Pablo subraya que "siempre están presentes los recuerdos en Río Nío (localidad rural del Departamento de Burruyacú, a unos 80 kilómetros de Yerba Buena, Tucumán) cuando de niño me despertaba y desayunaba leche recién ordeñada y cuando pasaba horas jugando en el campo con mis familiares". Por eso, siempre que puede vuelve a sus raíces, "la cultura de allá es como más familiar", dijo con una sonrisa, y agregó "además de la familia, se extrañan mucho los tamales, las humitas, las paltas y las cañas de azúcar".
Ingresar a las Fuerzas Armadas de Argentina es un desafío y para los que provienen de lugares alejados de Buenos Aires les resulta un sacrifico mayor: conocer de golpe lugares nuevos y sus costumbres, pasar mucho tiempo sin ver a sus seres queridos.
"Sin apoyo mutuo, no se podría hacer", resalta el músico. "El compañerismo es algo único acá y la buena gente que hay, todos apoyando y levantando al desanimado para empujar hacia el mismo lado. Finalmente uno siente que fue la decisión correcta haber ingresado", sostuvo el marino de Yerba Buena.
Pablo Sebastián enfatiza que el orgullo patrio que él siente proviene de sus raíces: "Pertenecer a la Armada es un motivo de orgullo allá en el norte, se lo aprecia mucho, acá en Punta Alta es algo más habitual. Uno siente orgullo patrio, no sólo del militar sino de cualquier Fuerza que represente a la bandera", opinó.
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