Siete muertes por cigarrillos electrónicos.
Los e-cig, cigarrillos electrónicos que irrumpieron en el mercado como una alternativa para dejar de fumar tabaco, provocaron otra víctima más en los Estados Unidos, la séptima, y se agitan controversias y desatan normativas más estrictas, aunque el problema parece estar en los líquidos que contienen para generar el humo.
Detalles.
La nueva víctima tenía 40 años, residente de California, y murió de insuficiencia pulmonar vinculado a la aspiración de humos y líquidos con un dispositivo electrónico. Es la segunda muerte en esa estado por esa causa, las otros ocurrieron en Kansas, Illinois, Indiana, Minnesota y Oregon. El deceso ocurrió mientras las diferentes agencias gubernamentales estadounidenses están tratando de arrojar luz a lo que ya es visto como una epidemia de enfermedades pulmonares causada por e-cig y mientras el gobernador de California, Gavin Newson, anunció que lanzará una campaña a un costo de veinte millones de dólares para advertir sobre peligros de ese fumar artificial.
Al mismo tiempo, aumentará el control sobre esos productos que se venden de modo ilegal e impondrán advertencias más estrictas en los envoltorios de los lícitos.
Newson también toma una posición contra los e-cig saborizados. "Deberían prohibirse -comentó-, no se crean productos de tabaco con sabor a mango o goma de mascar masticar, a menos que trates de dirigirte a los jóvenes".
Ese es uno de los dilemas, bajo el halo de presuntamente inocentes, los e-cig cada vez penetran más en áreas de consumo de adolescentes y jóvenes.
También los hogares empiezan a ser aromatizados con cigarrillos electrónicos que lanzan fragancias agradables en sus humos, pero que en muchos casos pueden ser altamente tóxicas.
También desde la Casa Blanca se están anunciando medidas.
"Suficiente debemos hacer algo frente a lo que se está volviendo un verdadero drama", dijo el presidente Donald Trump.
Según el ministro de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, es necesario actuar drásticamente contra los cigarrillos electrónicos y un fenómeno que ha tomado la forma de epidemia, con cientos de personas afectadas por una misteriosa enfermedad pulmonar que parece no estar tan ligado a los cigarrillos electrónicos que usan tabaco, pero sí a aquellos con sabores, a menta, vainilla o mentol.
Al menos 450 casos están registrados en los Estados Unidos e involucran principalmente a adolescentes. Aunque se presume que las restricciones no afectarán a los cigarrillos electrónicos de tabaco, se acotarán el espacio libre que tienen hoy en el mercado.
Se espera una disposición a nivel federal, aunque también el estado de Nueva York está estudiando medidas para prohibirlos lo más rápido posible. Al igual que Azar, el gobernador Andrew Cuomo especificó que la prohibición excluiría a los cigarrillos electrónicos de tabaco y los de sabor a mentol. Siempre con el objetivo de combatir el tabaquismo, a principios de año, Cuomo firmó una ley que aumentó la edad permitida para fumar en Nueva York hasta los 21 años.
En Italia, los controles de líquidos para cigarrillos electrónicos son mucho más estrictos que en Estados Unidos y eso hace que sea mucho más improbable que ocurran casos como los que se registraron del otro lado del Atlántico, explicó Fabio Beatrice, director del centro antitabaco de San Giovanni Bosco de Turín.
"El problema no son los cigarrillos electrónico, pero sí lo que contienen, lo que se carga en el aparato y entra a las vías respiratorias", explica, un artículo recién publicado por el New England Journal de medicina, que detalla que el 84% de los pacientes ingresados a centros de salud por e-cig tenían en sus dispositivo aceites basados THC (tetrahidrocannabinol) más otras sustancias tóxicas no identificadas. En Europa e Italia solo se venden líquidos certificados, el mercado lo controla y a lo sumo se detectaron algunas alergias.
"El riesgo es que se criminalice el e-cig que en cambio es una alternativa al humo del tabaco. Como médico, mi opinión es que el e-cig es un buen plan para aquellos que no quieren o no pueden parar de fumar, no es algo sano y saludable pero un escape para los fumadores empedernidos", advierte Beatrice. "Hay debate sobre si son menos dañinos que cigarrillos, pero hay posiciones importantes a su favor como la del gobierno británico", completó el galeno. Pero no todos piensan igual.