Manzur y empresarios analizaron la caída en la venta del pan.
Los presidentes de los centros de panaderos de todo el país se reúnen hoy en Tucumán, en el encuentro trimestral de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (Faipa), para debatir acerca de las dificultades que afronta el sector por la dolarización de los insumos y servicios.
Sobre esos temas dialogaron con el gobernador Juan Manzur, y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, en la Casa de Gobierno, antes del encuentro de industriales.
Tras la reunión, los panaderos, nucleados a nivel nacional por la Faipa, coincidieron en que en los últimos tres años la venta de un producto fundamental como es el pan ha caído y cientos de panaderías cerraron en todo el país.
Al respecto, Manzur aseveró que “la situación de los panaderos no escapa a la del resto de las pyme, que es preocupante, porque han aumento los costos y no pueden trasladarlos a la venta ya que la gente cada vez consume menos pan”.
La caída en el consumo del pan tiene que ver con la política económica nacional errada, que hay que modificar, porque no se puede seguir con tasas de interés de más del 80%; están fundiendo a las pymes y quebrando al sector productivo”, remarcó Manzur.
“La dolarización de los insumos lamentablemente complica al sector y las tarifas son impagables. El Gobernador ha tenido el gesto de recibirnos e interiorizarse de nuestra situación. En ese sentido, vamos a estar apoyando al Gobierno de la Provincia en lo que sea necesario para que el pan no falte en la mesa de los tucumanos”, sostuvo Pablo Albertus, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Tucumán.
El empresario indicó que a nivel nacional cerraron más de 1.300 panaderías, mientras que en Tucumán unas 56 debieron bajar sus persianas. “Se han perdido muchos puestos de trabajo que no estábamos dispuestos a dejar, porque cuesta mucho volver a armar un plantel de panadería”, expresó en ese aspecto Miguel Ángel Di Betta, presidente de la Faipa.
Albertus y Di Betta coincidieron que en los próximos tres meses la situación de la industria panadera podría agravarse. “Estamos viviendo un momento de crisis en el sector de los panaderos. Tenemos que aguantar estos meses que van a ser más difíciles de los que pasaron en estos tres años. La predisposición está por nuestra parte, porque no podemos hacer faltar el pan en la mesa de los argentinos”, dijo Di Betta.
Para contrarrestar los efectos de la crisis económica los panaderos presentaron al gobernador un proyecto de ley sobre la emergencia económica de las panaderías a nivel país: “contiene la creación de un registro de panaderos de toda la Argentina para que analicemos el tema de la salud de la gente y trabajemos todos en la misma línea para que el golpe a la industria no sea tan fuerte”, concluyó Albertus.
Por su parte, el dirigente peronista Gerónimo Vargas Aignasse, que participó del la reunión en Casa de Gobierno, precisó que “el consumo de pan per cápita por año en el país bajo de 92 a 73 kilos y esto género la pérdida de 100 puestos de trabajo en el sector”. En ese aspecto, auguró que un encuentro previsto para el próximo miércoles en la provincia, organizado por la Unión Industrial de Tucumán (UIT) y con la participación de dirigentes sindicales de todo el país, permitirá buscar soluciones a la situación económica nacional.