Cambio climático: Expertos de la ONU vaticinan un futuro oscuro para los océanos.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó ayer miércoles un informe alarmante sobre las consecuencias del calentamiento global en los océanos y la criosfera, la parte helada del planeta.
Detalles.
El informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado este miércoles no se anda con rodeos: los océanos y las zonas heladas, víctimas del calentamiento global, se evaporan a gran velocidad, amenazando a sectores enteros de la humanidad, que debe reducir sus emisiones de CO2 lo más rápidamente posible para limitar los daños.
Cambios irreversibles
Subida del nivel del mar de al menos un metro de aquí a 2100, pequeñas islas amenazadas por las inundaciones, desaparición de los glaciares… Algunos de los impactos devastadores del cambio climático ya son "irreversibles", señala el grupo de expertos de la ONU tras una reunión de cinco días en Mónaco, Francia.
En comparación con los informes anteriores, todas las estimaciones son peores. "Si vemos las cifras del aumento del nivel del mar, son incluso más altas que las del último informe del IPCC sobre el +1,5°C que se publicó hace unos meses", comenta Ludovic Frère-Escoffier, director del programa Vida de los Océanos de WWF Francia.
"En un escenario de +2°C, ya no habría un arrecife de coral. No son sólo áreas hermosas para ver, sino que permiten que 500 millones de personas vivan allí. Son lugares donde se encuentra una de cada tres especies del océano. Por lo tanto, hay un impacto en la fauna y la flora con un fuerte empobrecimiento de la biodiversidad de los ríos, estuarios y costas, donde las especies oceánicas se reproducen, y que permiten a 3.000 millones de personas alimentarse de proteínas animales a través de la pesca", añade Frère-Escoffier.
Cientos de miles de millones de dólares
El nivel del mar subió 2,5 veces más rápido a principios del siglo XXI que en el siglo XX, y seguirá subiendo. "Redefinirá las costas del mundo, donde se concentra la población", dice Bruce Glavovic, de la Universidad Massey de Nueva Zelanda.
Construir protecciones en estas zonas podría reducir el riesgo de inundaciones, pero con la condición de que se invierta "de decenas a cientos de miles de millones de dólares al año".
En total, según el informe, de aquí a mediados de siglo, más de 1.000 millones de personas vivirán en zonas costeras bajas particularmente vulnerables a las inundaciones u otros fenómenos meteorológicos extremos, agravados por el aumento del nivel del mar y el cambio climático. Incluso en un mundo a +2°C, muchas megalópolis e islas pequeñas podrían verse afectadas por un evento extremo al menos una vez al año, lo que hasta ahora sólo ocurría cada 100 años.
280 millones de migrantes climáticos para 2100
Los océanos, que cubren más del 70% de la superficie de la tierra, han absorbido alrededor de una cuarta parte de las emisiones y el 90% del calor adicional generado por el CO2 producido por el hombre. Por lo tanto, se vuelven más ácidos, pierden su oxígeno y ven aumentar sus niveles, a la vez que disminuye el plancton, principal alimento de los peces.
El hielo se derrite a diferentes velocidades y con consecuencias más o menos graves. Si el permafrost, el suelo congelado, se derrite, libera CO2 y metano, un gas de efecto invernadero muy poderoso. El derretimiento de las partes congeladas del planeta provoca asimismo un aumento del nivel del mar.
En el peor de los casos, 1.000 millones de personas se verían afectadas por el aumento del nivel del mar para 2050 y podría haber 280 millones de migrantes climáticos para 2100.
Las soluciones ya existen
Desde 1993, el calentamiento del océano se ha más que duplicado. La primera consecuencia es el aumento de los ciclones. En un escenario a +1,5°C de aquí a 2100, su frecuencia podría multiplicarse por 20, y por 50 en el caso de 3 o 4°C adicionales.
Uno de los objetivos del informe del IPCC es proporcionar a los políticos elementos para poder actuar, y pistas de soluciones. La primera se conoce desde hace mucho tiempo: las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse drásticamente, y sin más demora.
Este informe, adoptado por los 195 Estados miembros del IPCC, es el cuarto trabajo científico de la ONU en un año que da la voz de alarma sobre los impactos del cambio climático.