El peronismo ganó en Córdoba y Cambiemos cosechó su octava derrota.
Córdoba, un territorio que fue crucial para la victoria de Mauricio Macri en 2015, arroja en esta oportunidad una posible lectura nacional muy distinta.
Los números preliminares de las elecciones en Córdoba hablan de otro resultado difícil de procesar para Cambiemos, ya que, si se confirma la tendencia, ésta será su octava derrota consecutiva en lo que va del 2019.
La alianza gobernante no está pudiendo ponerle freno a su mala racha: perdió la interna en La Pampa, las PASO de Chubut, Entre Ríos, San Juan; las elecciones a gobernador en Río Negro y Neuquén. Su más reciente traspié fue el domingo pasado en Santa Fe, cuando Omar Perotti le ganó a María Eugenia Bielsa en la interna peronista, que en suma se impuso al socialismo, Antonio Bonfatti, quien fue el candidato más votado. Mientras, José Corral, de Cambiemos, quedó tercero, muy atrás.
La victoria del peronismo en Córdoba, con sus casi tres millones de ciudadanos habilitados para votar –que representan un 8,8 por ciento del padrón nacional, el segundo en importancia después de la provincia de Buenos Aires-, podría funcionar como termómetro de la muy desfavorable situación que atraviesa Cambiemos. Córdoba, un territorio que fue crucial para la victoria de Mauricio Macri en 2015, arroja en esta oportunidad una posible lectura nacional muy distinta.
Por otro lado, la pulseada entre los rivales de Schiaretti, Mario Negri y Ramón Mestre, deja al descubierto una interna del radicalismo entre quienes se inclinan por mantener su alineamiento con el macrismo y quienes expresan una ruptura.
Frente al amplio triunfo que se pronosticaba para el peronismo, que se viene vislumbrando desde hace semanas, el objetivo de ganarle a Schiaretti fue descartado hace rato por la cúpula del PRO. El objetivo era entonces superar a Ramón Mestre, después de la ruptura de Cambiemos Córdoba. Y con ese fin viajó la gobernadora María Eugenia Vidal esta semana. Su visita se sumó a la del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y a la de la diputada Elisa Carrió.
Esta última usó su estadía en esa provincia para alegrarse por la muerte del ex gobernador José Manuel de la Sota y vincularlo con el narcotráfico. La segunda visita de la diputada por la Coalición Cívica a Negri tampoco parece haberle sumado demasiado al candidato: en esa oportunidad la chaqueña se despachó contra un grupo de periodistas de Río Cuarto y terminó diciéndole a uno de ellos: “Ojalá que no le pase nada a tu familia”.