La marca alemana adelantó un aumento de 2% en sus modelos, que se sumará al de mayo. El resto estará expectante a cómo abren los mercados.
Ya no sorprende; se convirtió en algo habitual. Con cada salto brusco del dólar, el sector automotor se estremece. Ayer no fue la excepción y en las concesionarias de 0 km se vivió una jornada marcada por la angustia. Es que el comportamiento del tipo de cambio tiene un impacto directo en la demanda y en los precios y, ante un contexto de fuerte recesión, las noticias que llegaban desde la City porteña no van a hacer otra cosa que complicar la situación.
Si bien hasta el mediodía se operó en ese clima de incertidumbre, con el correr de los minutos y un dólar que se dirigía a los $48, algunas marcas decidieron tomar medidas. Fue el caso de Volkswagen, que ordenó a su red parar las ventas. “A primera hora de la tarde, nos llegó el mensaje desde la fábrica para que dejemos de facturar”, reconoció el gerente de una agencia de la marca. Minutos después, por otra comunicación, se informó que hoy podían reanudaran las operaciones, pero con un ajuste en las listas de precios de 2%. El dato no es menor ya que Volkswagen es la empresa líder del mercado y la que marca la tendencia. El objetivo de la marca es que las ventas que se hagan hoy, mañana y en lunes, no pierdan tanto terreno en relación con la suba del dólar. En mayo, enviarán otra lista con el ajuste para el mes. No es la primera vez que sucede que en un mes haya dos aumentos de precios. El año pasado, cuando el dólar llegó a los $40, llegó a haber hasta tres ajustes, sólo en septiembre.
Las otras automotrices siguieron operando con normalidad, aunque con un mercado prácticamente paralizado. “Se hace muy poco. Este clima económico nos mata. Puede venir alguien que tiene dólares y aprovecha para cerrar la operación con esta suba, pero la mayoría no se quiere desprender de los verdes. Con este escenario, los patentamientos del mes, que se conocerán la semana próxima, marcarán otra fuerte caída respecto a 2018 de más de 40%. Es cierto que esa comparación se realiza con meses récord del año pasado pero, de todos modos, son negativos. Toda la expectativa estará puesta hoy en el mercado cambiario para saber si hay un respiro o se vive otra jornada frenética. En ese caso, otras terminales podrían dejar de vender por falta de precio.
El dato más preocupante es que en abril cayeron fuerte los boletos (la ventas reales que se reflejarán después en patentamientos de mayo) por lo que estiman que el mes próximo se mantendrá la tendencia actual. En este clima, la relación entre las fábricas y las concesionarias es cada vez más tirante por la fuerte presión de las automotrices a su red para que cumplan con los objetivos comerciales. “De la fábrica me piden que autopatente (un mecanismo que usan las concesionarias para llegar a esos objetivos y después venda esa unidad al mes siguiente), pero ni loco lo voy a hacer. Estamos trabajando en situación de quebranto y no me compensa la pérdida el incentivo que ofrecen”, se quejó el dueño de una concesionaria.